Es necesario revertir la costumbre de gran parte de la población de acudir al médico tardíamente; principalmente cuando se tienen padecimientos como la hipertensión arterial, cuyo avance sin tratamiento oportuno podría repercutir en algún grado de compromiso cardiovascular, advirtió el doctor, Fernando Lizárraga Villalobos, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 28 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Añadió que este padecimiento es conocido como el “enemigo silencioso”, ya que por ser asintomático, muchas personas desconocen que tienen la enfermedad. Al respecto, dijo que en México en el año 2000 la prevalencia informada de hipertensión arterial en personas entre los 20 y 69 años de edad, fue de 30.05% y lamentablemente, 61% de los hipertensos desconocieron tener el padecimiento.
Explicó que la hipertensión, es la elevación de la presión arterial por arriba de los límites habituales, siendo 139/80 lo normal; reiteró que no presenta síntomas, ya que en 99 por ciento de los casos, su detección se da en revisiones médicas.
El doctor Lizárraga subrayó que las personas más vulnerables son quienes presentan enfermedades como diabetes mellitus y sufren de afecciones cardíacas y angina de pecho.
Dijo que para que una persona sea diagnosticada con hipertensión arterial, es necesario registrar tres tomas de presión por arriba de 139/80, en tres momentos diferentes y en tres días diferentes. También existen nuevos métodos, como son monitoreos especiales o ambulatorios de presión arterial, con los que se pueden obtener cifras de presión durante las 24 horas; dar un porcentaje y un tiempo en que el paciente permanece hipertenso durante el monitoreo y hacer el diagnóstico más preciso.
Al señalar que el instituto a través de PrevenIMSS tiene actividades específicos para orientar y atender a pacientes con diversas enfermedades, el funcionario exhortó a quienes ya padecen hipertensión a seguir algunas medidas higiénico-dietéticas para evitar mayor daño a la salud, entre ellas: tomar los medicamentos en forma adecuada; tener una rutina diaria de 30 minutos de caminata; incrementar la ingesta de verduras y reducir al mínimo el consumo de sodio (sal).