Martín Ramírez Jaime, vocero de pescadores en ensenada, señaló durante la manifestación que a partir de la transición que como resultado le dio el control de las capitanías del puerto a la Secretaria de Marina, se han presentado diferentes obstáculos que no permiten que quienes laboran en el mar renueven su libreta para poder operar.

Destacó que unas de las principales causas es que les piden al menos un año como navegantes dentro de la marina mercante, al igual que haber laborado un año interrumpido con nomina hechos que para los pescadores resultan difíciles de comprobar ya que en la mayoría de los casos no trabajan de manera permanente en un solo barco.

“Que si bien es cierto son normas, pero son normas que violentan y que vulneran nuestros derechos constitucionales” aseveró Martín Ramírez.

Ramírez Jaime, aseguró que hasta el momento el titular de la capitanía de puerto se ha portado a la altura, sin embargo esto no es suficiente ya que ellos no piden ser tratados solo con amabilidad sino buscan una resolución inmediata que dé pie a la renovación de sus permisos para trabajar.

“Hicieron una llamada directamente con su secretario y dijeron que no se podía hacer gran cosas que porque había habido malas prácticas anteriormente, bueno si hubo malas prácticas que tomen acciones legales con esa gente” refirió.

Subrayó que de no resolverse la situación más de 2 mil familias que se ven beneficiadas con el negocio de la pesca en el puerto de Ensenada podrían quedarse sin el sustento principal para sus hogares.

“Que nos digan ellos si nos van a mandar el cheque a la casa como lo tienen ellos cada quince días, pues no hay ningún problema, nosotros ya no decimos nada, pero si no nos van a dar el sustento entonces que no nos frenen la manera de trabajar”.

Durante la manifestación, integrantes del grupo afectado exigieron la intervención de la federación y el Estado.

Declararon que por el momento buscarán una resolución pacífica a su situación, sin embargo de no ver avances para el cierre del año tomarán las instalaciones portuarias con el fin de cerrar el paso hasta resolver su caso.

En el lugar de los hechos se encontraba el pescador Gerardo Oliveros Zavala, quien en ese mismo instante había presentado la documentación para la renovación de su libreta de mar, misma que fue negada al no cumplir con los nuevos requerimientos establecidos.