La sorpresa de este incremento provocó el enojo de la clientela de tortillerías, sin embargo los responsables de estos negocios analizan en algunos casos la posibilidad de reducir producción o incluso cerrar.

Pedro Ponce encargado de una de las tortillerías donde hubo aumento, precisó que el precio de la tonelada pasó del 5 mil 500 pesos al inicio de la pandemia a 8 mil 800 esta semana, pero se estima que superará los 10 mil en los próximos días.

Pero no solo aumentó el precio de la tonelada, sino que los proveedores no tienen maíz ya que la sequía que afecta a estados productores ha empezado a repercutir en la escasez del grano.

En el caso de Baja California, la producción de maíz es mínima de ahí que el grano proceda principalmente de estados como Sinaloa que enfrenta en la actualidad una sequía.

A esto se suma el costo del gas, otro de los insumos de este negocio, que se ha disparado para superar los 25 pesos el kilo.

Las tortillerías que esta semana aún no han aumentado el precio se podrían ver forzadas en los próximos días a un incremento, tras corroborar el precio de la tonelada que alcanzó su precio más alto histórico.

Advierten que algunos de los productores de tortilla a gran escala podrían soportar unos días más el precio, derivado de la adquisición previa de maíz que tienen en bodega, sin embargo la mayoría de las tortillerías locales compran lo suficiente para una semana al contado ya que debido a la fluctuación de los precios el crédito se ha visto reducido.

En estos momentos hay ya varias tortillerías cerradas que no pudieron cubrir el costo del insumo principal.