Eso fue lo que pidió que publicara una de sus hermanas, quien con los ojos aún llorosos, intentaba dimensionar que su hermano estaba muerto y que su cuerpo había quedado tirado a media calle. Muerto poco antes del mediodía, porque alguien le disparó mientras él conducía su moto.

Nos comentó que momentos después del crimen, una mujer avisó a un familiar que vivía cerca que habían matado a Jonathan. Casi al mismo tiempo decenas de vecinos se acercaban a observar el cuerpo ensangrentado y lleno de tierra.

Momentos después llegó la policía y acordonó la escena, intentando evitar que los curiosos tomaran fotos y se acercaran al cuerpo para compartir la imagen en Facebook.

Su hermana, en tanto, lloraba y pedía que cubrieran el cuerpo con una manta o con algo para evitar la exposición, recibiendo como respuesta que lo dejaban al descubierto por protocolo.

La tía de Jonathan nos explicó que a pesar de ser consumidor y haber tenido broncas con la ley, no era un hombre malo... era el padre de dos hijos.

Jonathan era el menor de su familia y empezó a consumir siendo adolescente, casi al mismo tiempo que su madre enfermó de cáncer. Primero no era evidente que estaba consumiendo y luego cuando la madre murió, Jonathan aumentó su consumo.

Pese a todo trató de trabajar y estuvo empleado en varios lugares, luego pasó del consumo a la venta de drogas para poder mantener su adicción.

Con un padre de más de 80 años de edad y enfermo, meses atrás Jonathan había dejado de consumir y aparentemente estaba limpio.

Visitaba a su papá constantemente y este, quien se encuentra postrado, tenía la esperanza de que él saliera para siempre de las drogas.

Este miércoles a las 11:40 reportaron que había un hombre balaceado en Puerto Azul, sobre la calle Puerto Lempira y que los sicarios huían a bordo de una camioneta.

Poco antes del mediodía los paramédicos lo declararon muerto.

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