La expectativa a un año de haber modernizado el alumbrado público que consistió en cambiar 25 mil lámparas, en casi todo el municipio, era tener un ahorro del 59 por ciento en el consumo de energía pero apenas se ha alcanzado un 20 por ciento.
Una tabla de facturación marca que en 2012, el municipio consumió 55.1 MDP y recaudó por el Derecho de Alumbrado Público (DAP) 39.1 MDP, lo que deja una diferencia de menos 16 MDP, es decir, número rojos.
A diferencia del 2016 por primera vez se tuvo una ganancia de 18 MDP por un año, aunque la cifra es insuficiente para el pago de la parte del proyecto para ese año.
El problema para el gobierno de Marco Novelo Osuna es que son 28 mil luminarias del las que ya se reemplazaron 25 mil, pero al no haber ingresos suficientes es imposible comprar las otras 3 mil que se necesitan en las 22 delegaciones.
Así que las lámparas de sodio que no se cambiaron generan el gasto de energía que se refleja en los recibos.
La medida tomada por la administración forma parte del proyecto de la Ley del Cielo que según investigadores sí se está alcanzando la oscuridad deseada por los observadores pero no quitarán la “lupa” en el proyecto.
Tampoco hay un destino fijado para los miles de postes, lámparas de mercurio, y de vapor de sodio, brazos y tapas que desecharon durante el intercambio de equipo por parte de la empresa; todo está abultado y sin orden, repartido en dos almacenes del ayuntamiento.