Las graves lesiones que recibió en el choque le provocaron secuelas permanentes que lo dejaron minusválido y con una raquítica pensión, insuficiente para cubrir sus necesidades.

Como se informó el día de los hechos, alrededor de las 8:00 horas se reportó una persecución en la cual policías seguían a un par de vehículos cargados con drogas.

Al escuchar por radio lo que ocurría, Gustavo se dirigió al semáforo del poblado donde con su patrulla obstruyó el camino a los traficantes lo que provocó que una de las unidades se impactara del lado derecho de la patrulla dejando lesiones graves en el elemento quien fue trasladado de emergencia a un hospital donde permaneció internado varias semanas.

Tras meses de atención y rehabilitación el agente logró sobrevivir, pero con impedimentos severos a causa de las heridas que recibió en el percance que lo obligan a usar para desplazarse una andadera, y sujeto a una raquítica pensión que apenas le alcanza para vivir.

Lo único que le queda ahora, es solicitar a los regidores del cabildo de Ensenada que aprueben una pensión humanitaria que le permita tener una vida más digna y lidiar con su problema de salud de manera permanente.

Hace una semana, acompañado de otra persona se reunió con el Director de Seguridad Pública Municipal (DSPM), Emilio Camarena Castillo, quien se comprometió a conseguir un apoyo económico adicional, es decir, una compensación digna para un policía que arriesgó su vida por la profesión.

Al concluir el encuentro éste le dio un efusivo abrazo para demostrar solidaridad ante una situación que ningún agente querría enfrentar dijeron algunos de sus colegas policías.

Cabe destacar que en la administración que concluyó se habló en varios momentos de la necesidad de crear un fideicomiso para casos como este en los cuales los agentes que dan su vida o su salud por proteger y servir, quedan al final desprotegidos al igual que sus familias.

Nunca se presentó una iniciativa con estas características.

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