Los hechos ocurrieron luego de que policías municipales detuvieran una camioneta que era conducida con exceso de velocidad sobre la Carretera Transpeninsular, rumbo a Tijuana, y en la que se detectó un cargamento de especies marinas, entre ellos Pepinos de Mar, aletas y pescado. El chofer de la unidad mostró copia simple de diversa documentación, mediante la cual intentó amparar la presunta legal procedencia del cargamento.

Por lo anterior, los agentes policiacos solicitaron la intervención del personal de PROFEPA, con la finalidad de identificar la especie de Pepino de Mar y del restante producto marino, así como la valoración de la documentación para determinar si era la idónea para acreditar su legal procedencia.

Los inspectores federales de la PROFEPA acudieron al lugar de los hechos y constataron que en el vehículo se encontraban un total de 22 costales de nylon, 15 bolsas de plástico y una hielera.

Uno de los costales contenía seis bolsas de plástico con 727 Pepinos de Mar, y en la hielera una bolsa con otros 144 organismos más, resultando 871 ejemplares, todos en estado cocido y que, por sus características físicas morfológicas, fueron identificadas como pertenecientes a la especie Isostichopus fuscus.

El resto del producto marino consistía en 216.53 kg. de aletas de tiburón de especies comerciales, así como 143.12 kg. de vejigas natatorias de Curvina.

Es importante señalar que la especie Isostichopus fuscus se encuentra enlistada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría de “Sujeta a Protección especial (Pr)” y está incluida en la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), en su Apéndice III.

Personal de PROFEPA solicitó al chofer del vehículo la documentación que acreditara la legal procedencia del producto marino que transportaba, sin embargo, sólo contaba con copia simple de una autorización para actividades de aprovechamiento extractivo de Pepino de Mar (Isostichopus fuscus) en el estado de Sonora.

Ante tal situación, inspectores de PROFEPA determinaron que la documentación mostrada por el chofer no era la adecuada en lo establecido por la Ley General de Vida Silvestre para acreditar la legal procedencia del producto marino protegido, por lo que levantaron un Acta de Inspección y procedieron al aseguramiento del cargamento marino, del vehículo y del sujeto, mismo que fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal (MPF) con sede en Ensenada, por la posible comisión del delito de posesión y transporte de ejemplares de vida silvestre bajo Protección especial.

El Código Penal Federal establece penas de hasta 12 años de prisión y multas de hasta 4 mil días de la Unidad de Medida y Actualización, a quien ilícitamente y con fines comerciales trafique esta especie marina protegida.

Acciones conjuntas como la anterior son parte de los resultados de capacitación que PROFEPA lleva a cabo a elementos de diversas instancias de Seguridad Pública del país, con la finalidad de hacer frente a las actividades ilícitas de tráfico, posesión y transporte de especies de vida silvestre; en este caso en particular, en el marco del Programa de Atención Integral del Alto Golfo de California.