En cuaresma, muchas personas abusan en el consumo de alimentos que representan riesgos a su salud por su alto contenido de grasas y carbohidratos y en caso de pacientes con alguna enfermedad crónica degenerativa las complicaciones pudieran ser más graves.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recomienda a personas con diabetes, hipertensión arterial o alguna enfermedad que requiera el uso permanente de medicamentos, evitar la suspensión de sus tratamientos -“aunque sólo sea por el fin de semana”- toda vez que cualquier modificación al respecto debe ser supervisada por el médico tratante.
La doctora Martina González Alvarez, directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 40, indicó que en cuaresma se presentan varios casos de pacientes que solicitan atención en urgencias por presentar alguna descompensación en su salud por no llevar un control adecuado a su alimentación y por abandonar sus tratamientos farmacológicos.
Recalcó que el abuso en productos del mar –principalmente crustáceos- alimentos preparados en aceite vegetal, postres como la capirotada, así como el consumo inmoderado de bebidas endulzantes y alcohólicas, son un riesgo potencial a la salud de pacientes con diabetes o hipertensión arterial.
Indicó que en cuaresma pacientes con ese tipo de patologías, no sólo se exceden en el consumo de alimentos ricos en sal y grasas, sino que suelen abandonar sus tratamientos médicos y dejan de realizar ejercicio físico, entre otros descuidos.
Les hizo un llamado a limitar su alimentación privilegiando productos saludables, toda vez que al hacer lo contrario pueden sufrir una grave descompensación en su organismo debido a la alteración de niveles de glucosa; elevación de colesterol o sufrir crisis hipertensivas.
Reiteró el exhorto a la población en general para evitar el consumo de crustáceos como camarón, almejas, pulpo o jaiba, que contienen altos niveles de colesterol; “en caso de comerlos, hacerlo sólo una vez a la semana y en porciones pequeñas”, subrayó.
La doctora González Alvarez, detalló que el IMSS propone en la dieta diaria para una persona saludable, que en las tres comidas del día, no se rebasen 300 miligramos de colesterol a fin de mantener los parámetros normales; por ejemplo, desayunar un par de huevos representa 400 miligramos, en promedio; y sí en la cena se incluye un pan de dulce u otro alimento con alto contenido de colesterol, se incrementa de manera importante el rango de este tipo de grasa en la sangre.
Consideró conveniente el consumo de todo tipo de pescados, (no fritos en aceite), ya que contienen grandes propiedades y son ricos en Omega 3, protector del corazón; también es importante iniciar la comida con un plato de vegetales como champiñones, coliflor o chiles rellenos de frijol o de queso. “Existen una gran variedad de platillos con bajo costo para la salud”, recalcó finalmente.