Desde mediados del año pasado se anticipaba que la reforma hacendaria afectaría fuertemente la economía de toda la franja fronteriza, especialmente el aumento del impuesto al valor agregado.

Lo que no había manera de anticipar era el doble golpe que recibiría Ensenada al no contar con la carretera escénica: primero el derrumbe y después la incapacidad del gobierno federal para sacar adelante el problema.

Inflación, impuestos, gasolinazos y menos dinero circulando en el pueblo… factores que juntos ofrecen un escenario nada deseable y que hemos tenido que afrontar simplemente porque no queda de otra.

El regreso a clases es un detonador de venta para algunas empresas, sin embargo de manera simultánea, es un inhibidor para otros sectores: si el dinero es parta útiles, inscripciones y uniformes, los demás rubros del gasto familiar se deben poner en pausa.

Si usted detectó que alguna empresa decidió pasarse de lista y sacar provecho de esta situación, es importante que sea denunciada ante la Procuraduría Federal del Consumidor. Por el bien de todos, hágalo.