La forma en que Enrique Pelayo desarrolló su mandato como Presidente Municipal, sin preocuparse por la opinión pública, hace que toda acción en su contra cuente con un respaldo popular instantáneo. Como siempre, todo lo que corra como rumor tendrá más oídos listos y se dispersará con más velocidad que cualquier información oficial.

En su momento, ante los medios de comunicación, Pelayo explicó lo que hacía con el presupuesto y como lo utilizó para resolver problemas de gasto corriente.

En el caso de Gilberto Hirata, el triunfo con amplio margen en las elecciones habla de la gran popularidad y de su capacidad de convocatoria… un líder al que podría disculpársele cualquier cosa.

También ante los medios de comunicación, Hirata aclaró la situación de su hijo en el ayuntamiento y se auto calificó como practicante de nepotismo.

Ambos alcaldes priístas admitieron en público sus acciones, en plan de “el que nada debe nada teme”.

La denuncia penal presentada por Iván Barbosa, en su carácter de Síndico Municipal, involucra a la Procuraduría General de Justicia del Estado, que de entrada tendrá que establecer si existe un delito que perseguir.

En asuntos legales, las siglas de los partidos en el gobierno forman parte de la ecuación y en este caso, es importante señalar que se trata de la PGJE que reporta al gobernador panista Francisco Vega, que como usted recordará, desplazó en la contienda a Fernando Castro Trenti, quien a su vez dejó a muchos de sus ahijados políticos en puestos de elección popular.

En teoría, el proceso penal esta libre de todo rumor. Implica la participación de expertos en los temas y los asuntos dejan de ser cosa de apreciación.

Si la PGJE determina que no hay delito o presenta ante los tribunales un caso que puede perder, el sistema de justicia estaría avalando la actuación de Enrique Pelayo y al mismo tiempo, dando un revés a los Castrotrentistas (adversarios del gobernador) que ahora ostentan cargos de elección popular.