Arturo Eduardo, sobrino de Joel Reyna, fue quien atrajo a Haziel el día de su muerte, al vehículo de su tío y al que alcanzaron a observar un grupo de amiguitos de Haziel, antes de la desaparición del menor.

Asimismo fue el principal testigo del asesinato de Haziel, y quien describió a los policías como ocurrieron los hechos, que fueron corroborados con las evidencias que los policías ministeriales, peritos y ministerio público, recabaron para reconstruir como ocurrieron los hechos.

Este lunes 7 de octubre de 2013, la Dirección de Control de Procesos de la Procuraduría de Justicia Estatal confirmó el fallo del Juzgado Especializado en Adolescentes que da a Eduardo Arturo, actualmente mayor de edad, esta sentencia.

Como se recordará el 26 de julio del 2011, la madre y el padrastro de Haziel reportaron como desaparecido a Haziel, en el Ministerio Público, ya que de acuerdo a su familia, el menor fue al parque y no regresó.

El 27 de julio del 2011, la madre de Haziel, Karla Fuentes entonces empleada del Ayuntamiento y el padrastro del niño, Joel Reyna arrancaron en los medios de comunicación una campaña de búsqueda, mientras la PGJE emitía una alerta Amber por el niño.

La versión de la madre y el padrastro era que Haziel había desaparecido el martes 26 de Julio del 2011 por la tarde en el Fraccionamiento Punta Banda luego de jugar en la cancha deportiva que se ubica en la esquina de Granito y Pedro Loyola.

Su mamá dijo que Haziel vestía un shorts negro, camiseta de manga corta, color azul marino con estampado de lucha libre americana, tenis negros con rojo y usaba lentes de aumento de forma rectangular de color negro con blanco.

La última vez que lo vieron caminaba en compañía de un joven de aproximadamente 17 años de edad, de cabello negro, tez blanca y 1.65 de estatura que usaba camiseta gris con un estampado en la espalda y pantalón de mezclilla era Eduardo Arturo.

Pocas personas sabían que Haziel, le tenía una gran confianza a Eduardo Arturo, el sobrino de su padrastro.

Con anterioridad, el adolescente había estado en casa de Haziel y viceversa, en la casa de “su primo” en la ciudad de Tecate.

El día del asesinato el 26 de julio del 2011, Arturo, pasó por Haziel al parque deportivo y caminaron hasta donde estaba Joel Reyna estacionado, a una cuadra de distancia, no a un lado de la casa de los abuelos de Haziel, sino en el rumbo contrario.

Cuando Haziel quiso avisar a sus abuelos lo engañaron, su padrastro le dijo que lo llevaría a comprar un pastel para su mamá que estaba estresada.

Sin embargo no manejó hacia el centro sino rumbo al sur, tomando la carretera Transpeninsular para bajar luego por la primera calle rumbo al Salitral, una zona que era conocida por Joel Reyna ya que había sido policía Municipal y parte de sus rondines eran en esa área.

Los tres, se dirigieron a la playa ubicada a la altura del Salitral y en el lugar, Joel con el pretexto en “enseñarle” a Haziel como se efectuaba una llave para someter a un delincuente lo empezó a asfixiar.

En este lapso, de acuerdo a las declaraciones del sobrino, Haziel opuso resistencia y le dijo que lo estaba lastimando, pero Joel Reyna no se detuvo hasta que lo asfixió y el niño perdió el conocimiento.

Luego el padrastro lo golpeó en el rostro en repetidas ocasiones y le colocó cinta adhesiva de la nariz hasta el mentón.

Con ayuda de Arturo ambos subieron el cuerpo al vehículo-propiedad de la madre de Haziel- y lo arrojaron en un camino vecinal del Salitral, donde Joel lesionó por última vez a su víctima en el cuello con un arma punzo cortante, para escapar del sitio.

Tras la captura de ambos implicados, se logró establecer que Joel Reyna Rodríguez, planeó el homicidio, y confió al adolescente que deseaba rehacer su vida con Karla Fuentes Vargas, sin el menor, incluso mencionó que seguía el hermanito de Haziel que no era tampoco su hijo.

Luego de cometer el crimen, el padrastro de Haziel regresó a su sobrino y este se marchó a Tecate.

El padrastro de Haziel siempre apoyado por la madre del menor, realizó una campaña en medios de comunicación y redes sociales, buscando al niño que permanecía dentro de las alertas Amber a nivel nacional. La búsqueda fue apoyada por perros entrenados sin éxito.

Pero el 19 de agosto del 2011, la historia dio un vuelco cuando en la zona conocida como El Salitral, al sur de Ensenada, junto al Estero, fue localizado el cadáver de un ser humano, un niño que a simple vista podía observarse tenía puesto aun el tenis rojo del reporte de extravío de Haziel.

Un día después se confirmaban oficialmente dos hechos, los restos eran de un menor de edad (12 años aproximadamente) y era un varón.

Sin embargo el avanzado estado de descomposición y el hecho que los restos hubieran sido comidos por la fauna del lugar, obligaron a que se realizara a los restos una prueba de ADN en la cual se definiera la identidad del menor, comparando dichos restos con las muestras de ADN que habían sido tomados de la madre y el padre biológico del niño.

El 9 de septiembre las dudas fueron despejadas en una conferencia de prensa autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado, confirmaron que los restos de El Salitral eran los de Haziel.

El fiscal estatal, informó que derivado del examen de comparativa genética, se estableció que el cadáver guardaba relación de parentesco biológico con Romualdo Ruíz y Karla Fuentes Vargas, padres del menor.

Como resultado de la necropsia de ley correspondiente practicada por los médicos legistas, resultó como causa de la muerte asfixia por sofocación y como resultado determinaron el cronotanatodiagnóstico de tres semanas más menos cuatro días lo que significaba que el niño fue asesinado de inmediato.

Asimismo fue capturado el padrastro del menor: Joel Reyna Rodríguez, y su sobrino Arturo “N”, de 17 años de edad.

Las autoridades tenían ya la confesión del menor Arturo, quien dio los pormenores de lo que ocurrió ese 26 de julio cuando llegó a las 14:30 horas, por Haziel que se encontraba en las canchas deportivas ubicadas en calle Granito y Pedro Loyola, del fraccionamiento Punta Banda.

La madre, pese a las evidencias desconoció el cadáver y los resultados del ADN aseverando que no eran los restos de Haziel por lo que se negó a reclamar el cadáver, hasta que le realizaron una nueva prueba de ADN por medios independientes que corroboraron los resultados de la PGJE.

Los restos de Haziel permanecieron en el Servicio Médico Forense por espacio de siete meses hasta que en marzo del 2012 su madre finalmente los reclamó.

En las investigaciones del homicidio fue de suma trascendencia el rastreo del celular usado por Joel Reyna quien llamó a la madre de Haziel desde el lugar donde había matado a su hijo, además de que el vehículo fue detectado y grabado por las cámaras de video de la policía que se tienen en las salidas de la ciudad.

En la primera audiencia cuatro meses después de su captura, Joel Reyna trató de culpar del asesinato del niño a su sobrino Arturo, del cual aseguró era drogadicto y había robado el carro de la madre de Haziel.

Sin embargo el adolescente salió negativo al uso de sustancias tóxicas.

El 30 de noviembre de 2012, el Juzgado Segundo de lo Penal sentenció a Joel Reyna Rodríguez, a 46 años de prisión por ser penalmente responsable del delito de Homicidio calificado, la sentencia fue ratificada el 4 de marzo del 2013.

Este día, 7 de octubre del 2013 el Juzgado Especializado en Adolescentes, dictó sentencia a Arturo “N” quien se encuentra internado desde el 9 de septiembre del 2011 en el Centro de Diagnostico para Adolescentes, como responsable del delito Homicidio en Grado de Complicidad.