No lo levantaron, andaban de parranda y todo fue una confusión, aunque si le dieron unas cuantas descargas eléctricas, es lo que declaró al Agente del Ministerio Público del Fuero Común, la presunta víctima de una privación ilegal de la libertad en la que agentes de la PEP intervinieron en el rescate.
Información de la PGJE indican de acuerdo a la declaración de la víctima, que resultó ser cuñado de uno de los presuntos delincuentes, un día antes de que ocurrieran los hechos, fue invitado por su cuñado para ir a tomarse unas cervezas.
Se reunieron en el estacionamiento de un Supermercado y de ahí tomaron rumbo a Ojos Negros donde estuvieron de fiesta.
Pero ya bajo el calor del alcohol, la presunta víctima y su cuñado se hicieron de palabras por algunas diferencias, lo que terminó en una riña e intercambio de golpes, donde uno de los amigos del cuñado usó el taser (pistola eléctrica) para darle varias descargas.
Sin embargo más adelante se tranquilizaron y entrada la madrugada regresaron a Ensenada donde a la presunta víctima le dijeron que habían rentado un cuarto en un hotel para seguirla.
Le preguntaron si continuaba con ellos o lo dejaban en su casa, pero dijo que mejor seguía con ellos en el hotel y antes de llegar fueron a comprar una pizza y mas cervezas.
Llegaron al hotel y minutos más tarde, llegaron los agentes de la PEP y detuvieron al cuñado y sus dos amigos y a él lo llevaron a certificar.
Luego de que fueron entrevistadas todas las partes, la presunta víctima otorgó el perdón por el uso del taser en su contra y al no haber delito que perseguir, se les liberó sin fianza y sin imputación alguna en su contra.
Cabe destacar que por ser un delito no grave y de querella, al otorgar el perdón, ya no hay nada que investigar.