La búsqueda de Gómez Jiménez, primo del Exgobernador panista Alberto Cárdenas Jiménez, ha sido hasta ahora, una de las mas intensas y completas que se ha realizado en ésta región boscosa que comprende 72 mil kilómetros cuadrados y es la mas importante de la Península de Baja California.

Sobre su desaparición se realizaron numerosas conjeturas, sin embargo tras una investigación exhaustiva, no existe una prueba de que esté vivo o muerto, solamente que desapareció y a doce meses no hay avances.

Alfredo Escobedo Ortiz, Director de Protección Civil del Estado, quien comandó la búsqueda del fraile, explica que apenas hace unos días, cuando buscaban en la misma región de San Pedro Mártir a un joven extraviado de nombre Miguel Ángel Allen Victorio, quien estuvo perdido en la Sierra por espacio de dos días, (30 de junio al 2 de julio del 2013) hallaron en un paraje objetos que les llamaron la atención.

Se trata de un sombrero y una cruz de madera, ubicadas junto a los restos de una vieja fogata, objetos, hallados por personal de Protección Civil de Tijuana que hicieron pensar de nuevo en el Fraile y la posibilidad de que esté vivo, sin embargo no existe ninguna certeza de que hayan sido de él.

Por lo pronto el hallazgo se reportó al Ministerio Público para que se integre al expediente del sacerdote.

La última vez.

El 13 de julio del 2012 poco después de medio día, es de acuerdo a la versión de los dos sacerdotes que lo acompañaban, la última vez que se le vio.

Javier Gómez Jiménez, había subido con los otos padres, a San Pedro Mártir para rentar las cabañas para un próximo retiro que iban a celebrar los franciscanos.

Debían regresar ese mismo día porque a las 17:00 horas celebraría una misa en el ejido Díaz Ordaz

De acuerdo a testimonios, los tres sacerdotes se registraron a la entrada del Parque y luego visitaron las instalaciones del observatorio Nacional a varios kilómetros de la zona de campamento.

Luego realizaron una caminata a un sitio denominado el Mirador El Altar desde donde observaron la Sierra, luego Fray Javier presuntamente convenció a sus acompañantes para quedarse solo y les dijo que se adelantaran porque mas adelante los alcanzaría. Nunca llegó.

Los padres ese mismo día dieron aviso a las autoridades del parque con lo que dio inicio la búsqueda, la mas intensa en tiempo, recursos humanos, distancias recorridas y elementos técnicos, que hasta ahora se ha realizado en Baja California.

La búsqueda

José Luis Cossio, Director Operativo de Protección Civil del Estado en Ensenada y uno de los que participó en la búsqueda, explicó que la dependencia estatal recibió el reporte del Parque de San Pedro Mártir que indicaba que un sacerdote se había perdido, por lo que se sumaron a la pesquisa y llamaron a grupos de apoyo.

Grupos de San Vicente, Ensenada Vicente Guerrero, Boestar de Tijuana, el Ejército Mexicano, Conafor, Ejidatarios. A pie, a caballo, con vehículos todoterreno, por aire recorrieron por varias semanas el parque en busca del fraile. No hallaron nada.

De acuerdo a Cossío quien es además un experimentado paramédico, es normal que las personas que van juntos a un paseo y enfrentan un problema, den unas señas iniciales y luego las cambian, porque generalmente no recuerdan datos que pueden ser muy importantes, como el tipo de zapatos que traía la persona; tenis, sandalias, botas, lo que es imprescindible a la hora de buscar huellas.

Con los pocos datos que se tenían, se establecieron cuadrantes de búsqueda, siempre con el apoyo de gente de la Sierra que conoce el lugar, para establecer así un equipo multidisciplinario con el que registraron el parque con gran cuidado incluso con perros entrenados.

No hallaron objetos personales, rastros de basura, de huellas, de nada que les indicara algo sobre el sacerdote y que ocurrió con él.

Recorrieron una y otra vez, de la entrada al parque de San Pedro Mártir a Vallecitos, de vallecitos al Picacho, del Picacho al Observatorio, a la botella azul, de norte a sur, de sur a norte, de este a oeste y nada.

Escobedo Ortiz precisó que por mas de dos semanas se realizó un operativos de búsqueda en la zona, con la participación de 102 personas, 50 horas de vuelos en helicópteros, 7 personas a caballo buscando huellas y 3 perros entrenados.

En el proceso, se incursionó en todos los rincones y recovecos, rutas conocidas y desconocidas de San Pedro Mártir. En los vuelos, se recorrieron hasta 50 kilómetros de distancia alrededor del punto en el que fue visto por última vez sin éxito.

Los cóndores

En esta búsqueda los cóndores de California, gigantescas aves reintroducidas en el Parque hace una década, fueron usadas también para el rastreo, ante la posibilidad de que el sacerdote hubiera muerto y a campo abierto el olor de un cuerpo en putrefacción llamara la atención de estos pájaros en busca de alimento.

En ese momento, la totalidad de los cóndores de San Pedro Mártir contaban con un GPS, lo que permitió rastrear a los especialistas su ubicación, de ahí que cuando volaban, el encargado del proyecto cóndor indicaba a los grupos en que coordenadas estaban para que localizaran el sitio y revisarlo.

Hallaron así varios animales muertos, el primero una vaca, que enterraron y colocaron encima ramas y luego tierra para que los cóndores se alejaran al desaparecer el olor.

Encontraron así, numerosos animales muertos, pero ni un rastro del sacerdote o de sus restos.

Supervivencia

La Sierra de San Pedro Mártir es la zona boscosa mas grande de Baja California, con 72 mil kilómetros cuadrados, esta también donde se ubican los cerros mas altos de la entidad.

En invierno, intensas nevadas cubren el bosque y las temperaturas descienden bajo cero.

Pero en el verano, la temperatura es agradable, incluso en algunas zonas del parque llega a ser muy cálida.

El sitio donde se extravió el fraile es uno de los puntos mas altos de la Sierra pero también es un espacio donde la supervivencia es factible.

Sin embargo, dicha supervivencia depende de la condición física, climatológica, del equipo de supervivencia con que cuenta un explorador, o si llevan barras nutrientes o algo con que alimentarse y agua.

En las últimas fotos, el sacerdote, portaba un sombrero, y una mochila en la que cargaba chocolates, una biblia y otros objetos personales.

De acuerdo al Director de Protección Civil, Oscar Escobedo, cuando una persona desaparece, al paso del tiempo van desechando sus pertenencias, deja basuras, algún rastro, pero no en éste caso, no había rastros de que lo hubiera hecho.

La investigación policiaca.

Al mismo tiempo que se realizaba la búsqueda del sacerdote en la Sierra por parte de los distintos grupos, la Procuraduría de Justicia del Estado abrió una averiguación previa en torno a este caso.

Lo que inició como una pesquisa, tiene actualmente el potencial de ser un homicidio, pero no hay cuerpo ni rastros del padre.

Las indagatorias incluyeron la entrevista de los dos sacerdotes que acompañaron al padre Gómez Jiménez y pruebas periciales tanto en el campamento, donde se extravió en busca de un entierro clandestino, como en el Convento de la Parroquia de Cristo Rey en la Colonia Vicente Guerrero y en el vehículo usado para el viaje.

Las pruebas periciales no arrojaron nada, ni manchas de sangre o de una riña, nada relevante para dar con el paradero del padre.

Una de las líneas de investigación que seguían además de un posible homicidio, era que el sacerdote de manera voluntaria hubiera decidido colgar los hábitos y debido a que pertenece a una ferviente familia católica, decidió abandonar el bosque apoyado por algún conocido, bajando por otra zona de la Sierra, pero nunca se logró corroborar la hipótesis.

Uno de los datos que levantó sospechas en la investigación, era que los dos sacerdotes que reportaron que el padre se había perdido, tras dar el informe a los guardabosques de San Pedro Mártir, en lugar de quedarse en la zona para apoyar o esperar los primeros resultados, regresaron a la parroquia de Cristo Rey ese mismo día.

Uno de ellos Fray Felipe sigue el Convento Franciscano de la Vicente Guerrero, y el otro Franciscano, el Padre José de Jesus Paniagua, radica en Mazatlán, y esos días estaba por allá de visita.

La preocupación de su familia.

El 1 de noviembre de 2012, a tres meses y medio de la desaparición del sacerdote franciscano, su madre y su hermano visitaron Ensenada para iniciar en medios de comunicación una campaña, en la cual se solicitaba cualquier información sobre su paradero.

En esta rueda de prensa, estuvieron presentes la madre del fraile, Guillermina Jiménez de Gómez; su hermano, Horacio Jiménez; el exgobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez primo hermano del Fraile; el Director de Protección Civil del Estado (PCE), Alfredo Escobedo Ortiz; y el Director de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia de Estado (PGJE), Marco Chavarría.

Para el tío del sacerdote, el exgobernador Alberto Cárdenas Jiménez, se trató de una desaparición inexplicable, en donde pese a los esfuerzos de las partes que realizaron la búsqueda no hubo nada, sin embargo, descartaba que el sacerdote hubiera escapado voluntariamente.

Su mamá, Guillermina Jiménez, también señaló lo mismo, descartaba como posibilidad, ni siquiera remota, que su hijo hubiera decidido abandonar la iglesia y para evitar enfrentar a su familia, simplemente desaparecer.

Para ellos, la desaparición de su hijo obedece a que se perdió en la sierra o algo mas grave le ocurrió y no han vuelto desde entonces a saber de él.

Un caso único

Para el Director de Protección Civil del Estado, el caso de Javier Gómez, es único, pues desde su desaparición, no han encontrado ningún rastro de lo que pasó con él.

Queda solamente una foto, que le tomaron cuando meditaba rumbo al mirador donde se le vio por última vez y apenas hace unos días un sombrero y una cruz de madera, pero se desconoce si era del padre o de algún otro paseante de los muchos que asisten a la Sierra.

En el caso del Fraile a diferencia de otras personas que se han perdido, no hubo un rastro como cuando una persona desaparece, donde al paso de los días y las horas abandonan en el camino sus pertenencias y en caso de que mueran, aves de rapiña y otros animales pueden señalar la ubicación como se intentó con los cóndores.

Quien era el padre Javier Gómez.

El padre Javier Gómez Jiménez nació hace 53 años en el seno de una ferviente familia católica de clase media alta del estado de Jalisco donde creció.

Adolescente, ingresó al seminario de San Agustin, cercano a Guadalajara y posteriormente en el Seminario de Zapopan y la Teología en el Seminario de Monterrey Se ordenó como sacerdote en 1988.

Desde los 28 años de edad, dedicaba su vida a la orden religiosa de los franciscanos, cuyos miembros se caracterizan por los votos de obediencia y pobreza, siguiendo la doctrina de San Francisco de Asís.

Fray Javier fue párroco del Santuario de Guadalupe y luego Vicario episcopal en la diócesis de Ensenada, fue también provincial de su orden.

En abril del 2012 fue asignado a la Parroquia de Cristo Rey en la delegación de Colonia Vicente Guerrero.