Dicha Jornada busca la difusión del conocimiento sobre los tipos de peritaje de las disciplinas antropológicas aplicadas a problemas que en Baja California están demandando un diálogo entre antropólogos, juristas y el aparato judicial para una solución correcta de problemas dijo el Doctor Francisco Barriga Puente Coordinador Nacional del INAH en México.

Explicó que son básicamente problemas, que afectan a comunidades que se han desplazado a esta entidad donde se tiene una migración indígena muy importante establecida o en tránsito, lo que se suma a otros problemas que genera la misma situación de frontera y que impactan por su violencia.

Estas Jornadas tienen para el Estado una doble trascendencia porque por una parte se lograría sensibilizar a los abogados hacia éstos problemas, donde si bien es cierto se pueden reconocer la existencia de dos derechos; positivo y tradicional; como dos epistemologías, también es posible que no la hayan aquilatado en su justa dimensión”.

El derecho positivo, como el código penal y el derecho tradicional como el que aplican los gobernantes de las etnias a sus pueblos.

Dijo, “Me daría por bien servido que los representantes de la abogacía local se sensibilicen del problema porque finalmente conducirá mejorar en derechos humanos, mejor entendimiento de lo que sería el relativismo jurídico”.

Ejemplos de casos en los cuales se presentan situaciones donde se puede realizar un trabajo conjunto en materia jurídica, es el de los Pescadores Cucapá del delta del Río Colorado, un conflicto que cada año se repite en la temporada de curvina golfina.

Al respecto Barriga explicó: “Este problema de los Cucapá y la pesca en el Delta del Río Colorado es una actividad tradicional y debe se reconocida como tal. Como una actividad tradicional que realizan los pescadores cucapa”.

“Pero habría que buscar estos vasos comunicantes que permitan en un momento dado lograrlo, algo que no sería difícil porque los cucapá siempre han tenido una conciencia muy alta de su relación con la naturaleza”.

“A lo que me quiero referir que debe haber también problemas en términos de equilibrio ecológico, no solo de cucapás sino otras comunidades cuyas prácticas culturales están atravesadas de estas situaciones entre riesgos ecológicos a terceros”.

Agregó: “Pero no creo que sea determinante el problema por lo que si podrían existir soluciones al respecto, pero si es en un diálogo de sordos no habrá una solución”.

Respecto a lo que para alguna parte de la sociedad se presume es una preferencia para los indígenas en materia legal o esa diferencia con respecto a el resto de los mexicanos aclaró: “Está determinado por las diferencias culturales, es una pregunta que debe extenderse a muchos ámbitos ¿porque a los migrantes extranjeros una ley y a los con nacionales otra?.

“El enfoque debe irse a los derechos universales, pero el problemas es hallar esa intersección que realmente represente derechos universales”.

Explicó “cuando no están contemplados estos derechos universales o caen en contradicción con los derechos indígenas con la de la sociedad mestiza, entonces quizá no sea derechos universales, sino que hay un etnocentrismo en la declaratoria misma de los derechos universales y no se ha tomado para nada en cuenta a las minorías étnicas”.

Explicó que muchos de los problemas de antropología jurídica son un poquito como los problemas de enfermedades culturales algo que para la cultura mestiza puede ser incomprensible.

Ejemplificó que hay enfermedades culturales. Se acerca el indígena y se le pregunta con que médico va. La respuesta es: “depende de que me enferme”.

Luego aclara: “Si se enferma de tupanqui, una enfermedad que ellos padecen, no van al sector salud y les dice que tiene tupanqui, porque el vecino tiene una mirada pesada, aunque para ellos es tan real como la varicela”.

Muchos problemas del orden jurídico son atendidos al interior de sus propios sistemas de justicia, cuando el problema es considerado de orden federal, entonces el asunto es atraído por el sistema federal de justicia y muchos de los delitos que se cometen, puede que no sean delitos en sus comunidades, por lo que habría que construir acuerdos jurídicos sobre ello.

Otro tema que se analiza en estas Jornadas es la antropología médica, una especialidad socorrida y en boga, por los programas de televisión que han impactado en las vocaciones, particularmente en la antropología forense.

En este campo, México, ha destacado en la preparación de sus especialistas, ya que esta experiencia se ha exportado a otras naciones.

Se hace trabajo en otros países; en Guatemala hubo muchas matanzas años atrás y se ha apoyado en la identificación de cadáveres. Por lo general el aparato judicial cuando recibe una denuncia o ellos mismos en pesquisas encuentran restos sospechosos de una masacre de una semana o mas tiempo recurren al Instituto.

Son los arqueólogos quienes determinan la antigüedad de los hechos de quien son es un espacio de colaboración entre el sistema judicial y los antropólogos.

El Investigador, precisó que algo importante que se quiere recordar es que toda la justicia es relativa; es muy importante esta noción de justicia relativa ya que lo que es justo para nosotros no necesariamente es justo para los otros.

En el ámbito donde trabajan de forma conjunta antropólogos con las autoridades judiciales de diversos estados hay muchos casos llamativos, porque realmente llaman la atención, pero en realidad son cosas reales y esto hace que se ponga en evidencia las diferentes concepciones de lo que es el hecho delictivo y la justicia.

Por ejemplo: “En la educación cosas como la brujería, es algo que no se tiene contemplado, como tampoco lo esta en el aparato judicial pero en las comunidades indígenas es muy patente”.

De repente, hay acusaciones donde pueden resultar acusados y culpables los animales y no los dueños de los animales y eso es tomado muy en serio por ellos. Es importante para ellos.

Hay que sensibilizar entonces, no solo a los abogados sino a todos nosotros sobre estas diferencias culturales.