La observación en el Malecón de la UABC fue organizado por el Instituto de Astronomía de la UNAM, donde los asistentes pudieron observar a través de telescopios el recorrido que realiza este planeta delante del Sol.

Roberto Vázquez Meza, Investigador Titular del Instituto de Astronomía de la UNAM y coordinador del evento, precisó que esto se debe a que planetas como Mercurio y Venus tienen órbitas interiores con respecto a la de la tierra, en esta ocasión, fue Venus el que se alinea con el Sol y la Tierra, y el planeta pasa por uno de sus nodos.

“Como si fuera un pequeño eclipse”, solamente en algunos lugares del mundo pudo observarse un disco negro en el interior del disco solar, similar a un lunar.

Un fenómeno que dura aproximadamente 7 horas, pero en Ensenada, se pudo observar por cerca de 3 horas y media, debido a la puesta del sol.

Los investigadores estimaron que la media del tránsito, sería a las 18:30 horas, cuando el disco negro o Venus, se encuentra casi al centro del sol.

En este año, el tránsito no fue exactamente al centro, pero sí ligeramente más arriba de la línea central, con una lectura de izquierda a derecha.

Vázquez, agregó que estos eventos se observan en pares con una separación de 8 años entre ellos, y cada par se presenta entre 105 y 112 años con respecto al siguiente par.

Del último par, el primer tránsito fue en el 2004, mismo que no fue visible en la región. Pero ocho años después, en este 2012, fue visto por decenas de ensenadenses, y miles en todo el mundo.

“Este es el nuestro, ya no lo vamos a ver otra vez”, mientras Vázquez decía que el próximo par se presentará hasta el año 2117. Por lo que estuvo de acuerdo en considerarlo como el evento astronómico del siglo.

Dos momentos importantes en este tránsito, informó un especialista, son: el primer contacto, que ocurre cuando la sombra del Sol y la sombra de Venus se tocan por primera vez, y el segundo contacto cuando Venus entra totalmente al Sol, y finalmente, cuando el disco sale.

Este martes, en las instalaciones de la UABC, se contó también con talleres, actividades educativas y pláticas sobre el fenómeno. Con la coordinación del Instituto de Astronomía de la UNAM, la Facultad de Ciencias de la UABC, la Sociedad Científica Juvenil, y el Museo del Trompo de Tijuana.

Entre las actividades que se realizaron simultaneas al evento astronómico, se encontró el Taller de Embudos Solares.

María Elena Jiménez, bibliotecaria del Instituto de Astronomía, indicó que la única manera segura de ver el sol, es a través de un telescopio que cuente con filtros solares o colocando a telescopios un embudo solar hecho en casa.

El material que se requiere es un embudo para aceite de motor, una segueta, una regla, una lija, un lápiz, un desarmador, dos abrazaderas, una pantalla de 20 cm por 20 cm, que puede ser de papel bond o papel albanene.

“Es muy sencillo y económico”, agregó, los pasos a seguir se pueden encontrar en la página web del instituto: www.astrosen.unam.mx en

“Construcción de un embudo solar”. Una vez elaborado, se coloca en el ocular de un telescopio y posteriormente, se podrá disfrutar de un eclipse o en este caso, del tránsito.

“Es la única forma segura de ver el sol de manera indirecta”, resaltó.