De acuerdo a los primeros datos de los oficiales que atendieron el accidente una serie de factores se sumaron para que se registrara este suceso en el cual la unidad quedó a menos de dos metros de un barranco en el que se mantiene una invasión lo que pudo haber generado una tragedia aun mayor.

El microbús accidentado es el 184 de la línea Rojo y Blanco que circulaba de Oriente a Poniente sobre la avenida Ángel de la Guarda, cuyo conductor presuntamente circulaba con exceso de velocidad y al intentar esquivar un montón de grava con el que se pavimenta la calle en la actualidad perdió el control para volcarse sobre su costado derecho.

Pasajeros del microbús que solo resultaron con raspones, refirieron que el conductor se distrajo un momento con un pasajero al frente y no vio el montón de grava, por lo que se subió en el perdiendo el control.

La unidad ya volcada se desplazó varios metros sobre su costado, para detenerse a menos de dos metros del voladero.

El conductor y uno de los pasajeros a bordo quebraron el vidrio entonces para que los pasajeros pudieran salir ya que no supieron como abrir la puerta de emergencia.

Tras el accidente unidades de la policía municipal, Cruz Roja y Rescate arribaron a la zona para dar los primeros auxilios a una docena de pasajeros de los cuales solamente cuatro presentaron lesiones que ameritaron traslado.

Los lesionados son Lorenzo Barajas Alcatraz de 29 años de edad, Beatriz Adriana Rojas de 30, Soledad Martínez Aboite de 24 y Selena Bautista Guerrero de 17.