Cinco miembros de una familia que murió calcinada la madrugada de este martes en la invasión Ángel de la Guarda, estaban vivos al ocurrir los hechos e intentaron escapar sin éxito de la casa donde se encontraban viviendo de prestado, luego que su propio hogar se había quemado hacía apenas 15 días.
Según el testimonio de vecinos de la zona, la ahora occisa, María del Rosario Del Villar, madre de los cuatro menores que murieron quemados esta madrugada, había retirado los escombros de su hogar anterior, ubicado a una casa de distancia de la que se convirtió en su tumba, apenas esta semana.
De hecho, al momento de los hechos, ni ella ni sus hijos se habían dormido aún, porque al igual que la mayoría de los residentes del lugar, una hora antes, habían presenciado un incendio en otra vivienda, a alrededor de 100 metros de distancia y junto con el resto de los vecinos, regresaron a sus casas cuando los bomberos se retiraron.
Media hora después su propia casa estaba en llamas.
Este incendio ha fortalecido entre los vecinos la sospecha de que el fuego no fue accidental ya que apenas hace unos días, en la casa de la tragedia en donde hoy solo quedan los restos carbonizados “alguien” lanzó un objeto encendido y logró quemar un sillón, pero nadie resultó herido.
Los vecinos explican que en menos de 20 días se han suscitado cinco incendios en la misma zona, tres el 15 de abril y dos más entre la noche del lunes 2 de mayo y la madrugada del 3 de mayo.
El Director de Bomberos confirma estas cifras y estos datos, cinco incendios que han acabado con casas en menos de 20 días, algo que no habían visto antes.
Por su parte la Procuraduría de Justicia del Estado confirmó que tiene en torno a estos incendios cuatro averiguaciones previas abiertas, y en uno de estos hechos se ha encontrado evidencia que pudiera confirmar un incendio provocado.
Aunque las sospechas son muchas entre los vecinos, todos temen hablar aunque confirman que quienes mueven drogas en la zona podrían estar ligados a estos incendios.
Entrevistados al respecto los residentes aseguran que nada ha sido igual en esa invasión desde que mataron a uno de los vecinos, Erick Fermin, un muchacho al que su madre, prácticamente desenterró a pocos metros de su casa.
Explican que la familia Del Villar Gutiérrez eran nueve miembros, los cuatro varones, adultos estaban durmiendo en un cuarto vecino a la casa y la señora con los menores en otro lugar.
La causa de ello, el incendio de hace 15 días que los dejó sin nada, solamente pedazos de madera quemados que hace unos días terminaron de limpiar con el fin de edificar la casa de nuevo.
Al momento del incendio ya estaban listos para dormir y entonces empezó el fuego que en pocos segundos les cerró el único acceso que tenían para escapar.
Todos se ubicaron en el último cuarto y con desesperación entre gritos y llantos trataron de escapar.
En la pared esta la marca de ese intento por huir. Una pieza de triplay de color claro, empujada de adentro hacia fuera y arrancada en una de las esquinas, además de un hoyo que lograron hacer, insuficiente para salvar su vida.
Dentro quedaron atrapados todos, la madre María del Rosario del Villar Gutiérrez de 40 años de edad, su hija María Esmeralda de 14 años quien era madre de un bebé de 9 meses Daniel Antonio.
Los niños Alfonso de 13 años de edad y Noemí Ruth de 11 años.
El sitio por donde intentaron salir, sin éxito.
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