Una mezcla encontrada de sentimientos, dolor, coraje, impotencia, desconfianza, es lo que manifiestan familiares y amigos de Don Ramón Durán Muñoz de 84 años de edad, quien murió este 5 de abril, tras ser detenido el 7 de marzo en su casa por el Ejército junto con su hija y su yerno.
Este miércoles fue su misa de cuerpo presente.
Ramón Durán Muñoz, era el último de los miembros de una familia que llegó a Baja California, a Maneadero, procedente de Zacatecas hace varias décadas.
En el Poblado crió a sus hijos, ahí se convirtió en abuelo y en ese lugar vivió en su casa, actualmente sellada por la PGR, tras una sospechosa incursión del miembros del Ejército casi un mes atrás, el 7 de marzo de éste año, de donde salió acusado como responsable de acopio de armas y de tener droga en su casa.
Sin antecedentes penales, sin conflictos con sus vecinos, Don Ramón habitaba una humilde casa en Maneadero en uno de los grandes terrenos que adquirieron los primeros residentes del poblado.
Su casa esta al pie de un cerro en la parte alta de Maneadero, sobre la misma calle que se ubica la delegación municipal y el parque principal del poblado.
En la casa actualmente sellada, se observan los seis vehículos viejos que incautó el ejército un Gran Marquís empolvado, un jalón para ganado de su rancho, una camioneta Toyota, en la que había llegado su hija a visitarlo, un pick up Toyota de Color blanco, el mas rescatable de todos, un nisan amarillo con placas de chocolate bastante viejo y un auto Chevrolet 1994.
Los vecinos están enojados fueron testigos de lo que ocurrió el 7 de marzo y estos testimonios han sido vertidos ya en la declaraciones que les tomó primero la PGR en Tijuana y ahora en Ensenada.
Ellos ratifican lo dicho por el único testigo, que por la corta edad (12 años) no pudo ser retenido por los militares, aunque estos si dieron a conocer públicamente su nombre.
Pero los vecinos y los familiares tienen miedo, porque curiosamente en los últimos días han recibido llamadas raras desde números desconocidos.
En una serie de entrevistas realizadas tras el funeral, los datos coinciden en que los militares que atacaron la vivienda, no estaban uniformados y en cambio si llevaban el rostro cubierto.
Advierten que nunca entró a la zona para recoger a los dos presuntos heridos del ejército, ambulancia alguna.
Que los mismos militares mucho antes de acordonar el lugar recogieron los casquillos y que estos bajaron de una de las unidades varias bolsas que introdujeron a la casa.
Preguntan porque si como dice el ejército los atacaron con disparos de arma de fuego usaron una pistola y no el cuerno de chivo que aseguran que encontraron.
Y aunque coinciden en que la familia es inocente, no confían en las autoridades, que se llevaron a un anciano de 84 años enfermo para luego dejarlo morir.
Los vehiculos anunciados en el comunicado del Ejército.