El tema es polémico.

Por un lado, la solidaridad de quienes quisieran apoyar en todo momento a quienes más lo necesitan; por otro, la necesidad social de una cancha pareja que elimine los privilegios a cualquier grupo.

El tema es viejo… quizás el momento en que más llamó la atención de la opinión pública fue cuando se estableció que el famoso libro azul, sería el tabulador para las importaciones de los autos usados.

Para el Gobierno Federal, especialmente para la Secretaria de Hacienda, todo lo relacionado con la frontera parece llegarles en sánscrito, porque nunca lo han entendido.

Agregue a esa realidad la ineficiencia de los legisladores federales que hemos tenido, o ¿usted recuerda el nombre de alguno que realmente realizara alguna contribución en estos temas? Yo tampoco.

Fidel Villanueva violó la ley pero no lo hizo solo.

Una buena parte de los que se afiliaron a su movimiento sabían perfectamente que estaban evadiendo un impuesto federal y lo hicieron simplemente porque salía más barato.

Cuando se anunció el establecimiento de programas de apoyo pensé que ofrecerían créditos, que aceptarían pagos en especie, vamos, hasta trabajo comunitario.

El caso es que con el dinero de todos, el estado asumirá la deuda de unos cuantos y ahí es donde la cancha deja de ser pareja.