¡Yo no fui!, ¡ Fue Teté! ¡ Teté es horrible! ¡ Me miró Feo! ¡ Es una arribista de Minoría! ¡ Que se chiflen los panistas! ¡ Castro Trenti es el Diablo! ¡ El Diablo es lindo a su lado! ¡ Nosotros tenemos la razón siempre!.
Mas o menos en ese sentido se ha generado en las últimas semanas el ¿diálogo? ¿Monólogo? o mejor dicho ¡Desmadre político! Entre el estado y los nuevos Diputados.
En este mitote el protagonismo de las partes los hace hacer, decir y actuar, de las peores maneras posibles, perdiendo en el proceso las formas y confundiendo de paso a una sociedad que lo que menos quiere son problemas políticos.
Los Legisladores del PRI, ganaron una posición, no por sus brillantes campañas y propuestas.
No porque iban los mejores y los que mas preparados estaban.
Ganaron gracias al hartazgo de la sociedad que vota y que por supuesto es la misma que paga impuestos y piensa.
Los panistas perdieron por soberbios, porque no entendieron que la estaban regando y prefirieron usar las tácticas del viejo PRI de los tiempos de Xico para logarlo apostándole al populismo.
Pero no porque todo lo hecho estuviera mal, o porque el Estado vaya en retroceso, o porque los negocios hechos a costillas del erario sean tan corruptos como los del PRI cuando perdió el Estado.
Así que verlos ahora trenzados en una batalla por demás estéril donde la cuchara grande esta siendo agandallada por los Diputados del PRI y las luces por la minoría, da pena ajena.
La sociedad quiere que los diputados legislen, que revisen las leyes que están en su competencia, que las estudien y las peleen en donde deben, en las tribunas parlamentarias no en las radiofónicas.
La sociedad espera que den posicionamientos inteligentes, que sean en beneficio de la sociedad, de apuntalar la economía, la educación, la salud los derechos. No que vayan a las colonias a regalar o cumplir compromisos, las campaña ya terminaron.
Nos vale madre un canal del Congreso o mas organismos de transparencia, hagan funcionar el que existe, exíjanlo, denle las herramientas necesarias.
No queremos que pongan a todos sus cuates desempleados en dependencias nuevas del Congreso, como le hizo el PAN para colocar a sus desempleados en Estado y municipio.
Queremos que trabajen con lo que tienen, que optimicen sus recursos, que se aprieten el cinturón y que nos representen.
Castro Trenti, Osuna Millán, los nuevos alcaldes tienen quienes los representen, pero la sociedad no. Y si no entienden su chamba no olviden que ya estuvieron muchos años en el congelador y la sociedad no se tentó el corazón para meterlos en él.