El doscientos aniversario de la independencia nacional dio material a todo mundo: ventas del bicentenario por parte de las cadenas comerciales, series del bicentenario por parte de las televisoras, festejos del bicentenario por parte del gobierno... finalmente, como dice la conseja popular, el que es bueno con el martillo a todo le ve forma de clavo.

La polémica se desató a partir de una queja que los masones de Ensenada elevaron hasta la Secretaría de Gobernación, por el uso de la imagen de Hidalgo y Zapata montados en bicicleta, como parte de la promoción del paseo ciclista Rosarito Ensenada.

En la carta especifican que el problema no es el evento, que dicen aplaudir y celebrar. La queja es contra la publicidad, es decir, contra la forma de expresión que eligió la empresa organizadora para atraer participantes.

Sostienen la petición del retiro de la publicidad con una serie de artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

De acuerdo a nuestro sondeo, el tema resultó ser polémico en serio… uno de esos en los que difícilmente los bandos podrán llegar a una conclusión saludable.

Una discusión así regularmente evoluciona con la polarización de los argumentos: por un lado los héroes nacionales se convierten en los super hombres que no fueron mientras que por el otro, el llamado a la libertad de expresión deriva en la exigencia del derecho a mentar madres sin ton ni son, nada sano por cierto.

Si como lo piden los masones, Gobernación interviene en el contenido de una pieza publicitaria, cuidado… ya bastante tenemos con la ley mordaza que convierte en intocables a los candidatos en tiempos de elecciones.

Sin embargo el otro extremo no es menos incómodo. ¿Qué sigue? Me preguntó alguien… ¿Hidalgo con una cerveza en la mano en la promoción de un bar?

Ante una polémica así vale la pena destacar dos cosas: el valor de la tolerancia y la evolución de nuestra sociedad.

Cada vez sabemos más de los personajes que integran nuestra historia nacional. La tendencia es rumbo a la desmitificación. La visión maniquea de hombres buenos buenísimos que pelaban contra los malos malísimos: fotos en alto contraste donde solo se ve lo negro y lo blanco.

Los conceptos para el adulto de hoy son distintos según la década en la que se pasó por la educación básica. Seguramente los niños que asistan a primaria en el 2050 serán adultos con una visión distinta de la que hoy tenemos. Entre el blanco y el negro aparecen ya los tonos de gris que nos dan versiones más creíbles de lo ocurrido. Tardarán en llegar a los textos oficiales, pero de que tarde o temprano ahí estarán, de eso puede estar seguro.

Finalmente, respecto al cambio en la percepción gracias a la serenidad que aporta el tiempo basta observar lo sucedido con José Guadalupe Posada, amado por el pueblo y perseguido por los Porfiristas: Sus obras eran polémicas en una época realmente compleja. Quienes ostentaban el poder lo tildaron de irreverente por sus dibujos, los mismos que hoy forman parte del patrimonio nacional bajo resguardo del Instituto Nacional de Bellas Artes.