Cinco salvavidas para el cuidado de la playa implica que cada uno deba hacerse cargo de un frente de mar de 9 kilómetros. Aun así, el año pasado se lograron realizar más de 170 salvamentos a cargo de este grupo de bomberos, especializado en acciones requeridas en las playas.

La mayoría de quienes participaron en la encuesta opinan que la cantidad es insuficiente, pues es claro que debería haber más elementos para esta tarea.

Las más recientes acciones del Gobierno Municipal restan en lugar de sumar.

Los 5 bomberos-salvavidas deberán trabajar sin las herramientas más indispensables para realizar las acciones de salvamento y a pesar de que se han especializado en el tema, sus jefes plantearon la alternativa: “si no están de acuerdo, regresen a su trabajo normal contra los incendios”

La conseja popular dice que ahogado el niño se tapa el pozo.

¿Cuántas muertes será necesario lamentar antes de que se corrija esta política? ¿Podrán dormir tranquilos todos los involucrados en esa cadena de mando que inicia con el presidente municipal y termina en el jefe de bomberos? ¿Afectará esto a la imagen de una Ensenada que se busca posicionar como destino turístico a como de lugar? Y si se corre la voz de “playas inseguras” ¿quién asumirá la responsabilidad del desplome económico que llega con esto?

Ojalá que los miembros del cabildo, el síndico o directamente el alcalde tomen cartas en el asunto, antes de que sea demasiado tarde.