El tema de la corrupción en los juzgados existe desde siempre. El Poder Judicial es prácticamente invisible para el pueblo, de ahí que pueda operar con altísimos niveles de impunidad.

Este cuerpo de abogados, definidos en teoría por su erudición y su honorabilidad, de vez en cuando es puesto bajo la lupa de la opinión pública a causa de resoluciones que levantan sospechas.

En esta ocasión, los jueces pueden agradecer a Martha Flores Trejo, Juez Segundo de lo Penal, el haber atraído la atención hacia sus tareas cotidianas, a causa de lo siguiente:

Un hombre se reporta como desaparecido y en la investigación se descubre que fue asesinado; sus victimarios llevan a la policía hasta donde se encontró el cadáver y revelan el móvil y los detalles del delito.

La resolución de la juez fue liberar a estos hombres que confesaron su delito, por falta de una prueba de ADN que confirmara que el cadáver pertenecía a quienes los asesinos dijeron que pertenecía.

Aunque debería ser motivo de sorpresa, en nuestra hemeroteca están documentados diversos asuntos, donde los presuntos responsables de distintos delitos (homicidios, violación de menores) han obtenido su libertad, firmada por Flores Trejo.

El tema más reciente llegará hasta el Consejo de la Judicatura. Será interesante conocer el desenlace, pues en ellos y sólo en ellos, está el voto de confianza para que la juez continúe en el cargo que ha desempeñado de forma tan peculiar.