Auxiliado en por el Capitán de Navío Armando Martínez Gómez, el mando naval dio una muy completa presentación de la situación física, legal y situacional del buque en una reunión con el Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada (CCEE), encabezada por Sergio Torres Martínez, secretario del organismo.

Consideró que mantener al BM Triumph fondeado por tiempo indefinido, aun sabiendo que obedece a razones legales, no es más que esperar a que ocurra otro incidente en donde se vea afectada la capacidad del buque de mantenerse a flote, sin tener la garantía que la operación de salvataje será exitosa.

En caso de presentarse un escenario catastrófico, las consecuencias del daño ecológico a la flora y fauna marina, impactarán directamente al sector pesquero, turístico, comercial y a la sociedad en general, así también, el impacto mediático que un evento de este tipo genera, advirtió Durán Tiburcio.

En su charla con la cúpula empresarial de Ensenada, estableció que los costos económicos que se generarán para contener y eliminar los efectos causados por la contaminación se estima que serán mucho más altos de lo que pueda costar evitarlos, sin considerar el tiempo que le llevará al ecosistema recuperarse.

Han pasado más de tres años desde el arribo del BM Triumph al puerto de Ensenada y no se tiene información de cuándo fue la última vez que recibió mantenimiento mayor en un astillero, lugar donde se realiza la calibración del casco, revisión a la estructura, pruebas de hermeticidad a los compartimentos, revisión de los diferentes sistemas y accesorios de estanqueidad, entre otros mantenimientos mayores, apuntó

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¿QUÉ HACER?

El Almirante Hilario Durán Tiburcio hizo algunas propuestas para minimizar el riesgo que representa el almacenamiento en sus bodegas de 47,207 toneladas métricas de Bauxita y 274.46 toneladas de fuel oil de alto azufre, además de 15 cm de aguas aceitosas y en las sentinas que no pueden ser descargadas al mar.

En efecto de la Bauxita, un derivado del aluminio, es la absorción total de todos los nutrientes en toda la zona donde quede esparcida, lo que originaría la pérdida flora y fauna marina en ese espacio por un tiempo indefinido, lo que sería fatal para la actividad acuícola y la pesca en la zona.

En caso de derrame de combustible, el riesgo mayor además de los ya conocidos, es que en el área está la toma de agua de la Planta Desaladora, lo que afectaría su operación.

Lo que pudiera hacerse, es adelantarse y gestionar la adquisición de insumos para contener y absorber la contaminación provocada por el inminente derrame de hidrocarburos y minerales en la bahía, situación que no se debe esperar a que ocurra, manifestó.

Otra opción, señaló el Comandante de la II Región Naval, es agotar todas las posibilidades legales a nivel estatal y federal con el fin de encontrar un respaldo que permita maniobrar libremente con el buque para su descarga y eliminar la amenaza que representa.

Dijo que también se deben definir de qué manera serán cubiertos los costos que se generarán de las maniobras para la descarga de las bodegas y tanques de almacenamiento del barco.

El mando naval sugirió identificar y proponer empresas dedicadas a la generación de soluciones que apoyen al cumplimiento de objetivos requiriéndose conocer de tiempos y costos, para lo cual, hasta el momento se cuenta con tres propuestas.

Destacó que antes de todo eso, es importante que las autoridades jurisdiccionales deben tomar una determinación sobre la situación del buque independientemente de quién o quienes tengan la razón en los litigios que enfrenta, sino por la situación de riesgo mayor que pudiera presentarse, más en la próxima temporada de mal tiempo que lo pudieran hacer sucumbir.

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