Tiempos electorales… ¿Qué no hemos escuchado los ensenadenses en tiempos electorales? Nos han prometido de todo, desde el tan necesario aeropuerto hasta la reubicación de la zona de tolerancia.

Sabemos pues, que a los políticos en campaña no se les puede creer ni los buenos días. Se les comprende (algo deben decir) pero no se les cree y convivimos con eso como parte de los rituales de la partidocracia.

Lo que si sale del marco moral y en ocasiones hasta del marco legal, es lo hecho de que los gobiernos deben mantenerse al margen de las campañas, pero en realidad están por arrojar toda la carne al asador con el disfraz redentor del desarrollo social.

Apoyos, créditos, subsidios, obras de relumbrón y hasta despensas a domicilio que hipócritamente entregarán “por ser su trabajo que no se detiene por haber elecciones”. ¡Claro, también eso les creemos!

Mientras Cedros y Bahía de los Ángeles lloran a sus muertos, el pésame oficial llega con un alud de promesas que la experiencia nos dice no se cumplirán. Por eso suenan a insulto.

Calderón ya casi se va… Osuna y Pelayo tienen un año más de oportunidad. Si ya hicieron lo que debían hacer, con eso demuestran su pobre capacidad de gestión; si todavía no lo hacen pero lo piensan hacer, ojalá trabajen con buenos resultados y desquiten el extraordinario salario que les pagamos; si como suponemos dejarán las cosas igual, por favor, respeten el luto y cierren la boca.