Quitar la corteza superior de las mandarinas con ayuda de un cuchillo muy afilado, reservar; vaciar el interior con la ayuda de una cuchara, procurando no dañar la cáscara, triturar la pulpa sin semillas.
Filtrar el jugo obtenido y agregar la leche hasta conseguir un peso de 250 grs.
Poner las yemas en una cazuelita junto con el azúcar y la harina; trabajar con el globo para mezclar, hasta que quede una crema espumosa; diluir, vertiendo poco a poco la leche con la leche y el jugo; mezclar.
Acercar la cazuela al fuego y sin dejar de mezclar, llevar muy despacio a ebullición. Retirar, agregar el Grand Marnier y dejar enfriar.
Desmoronar los bizcochos en el interior de cada una de las mandarinas, rellenar con crema y guardar en el refrigerador durante dos horas.
En el momento de servir adornar con crema chantilly, si gusta puede tapar con el copete de la mandarina.