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Los tres brujos

Cuento Paipai

  
Nota publicada el 14 de octubre de 2016
por Manuel Sánchez

Para esta entrega les presento el cuento de Los Tres Brujos, cuento paipai de Santa Catarina que nos habla sobre las peleas internas de las familias. A veces, no todos los miembros de una familia tienen las mismas aspiraciones y creen las mismas cosas. A veces, un miembro de la familia es la llamada “oveja negra”; integrante que desafía las costumbres y que por eso es el más señalado; el perseguido.

La familia sabe nuestras debilidades, y existe un contrato natural que nos dice que nunca abusaremos de ese conocimiento: nunca le haremos daño a un miembro de nuestra familia usando a nuestro favor ese conocimiento que de manera natural hemos obtenido. Conocimiento dado por nuestra convivencia cotidiana. De este y otros temas trata este cuento. ¿Qué reflexiones puedes extraer de él? ¿La hija de los brujos hizo bien o hizo mal? ¿Les hizo daño? Espero tus comentarios al final de la columna. Este cuento, como los anteriores, lo transcribo del libro de cuentos de Benito Peralta.

***

LOS TRES BRUJOS

Esta leyenda se llama los tres brujos; padre, madre e hija.

Eran grandes brujos, muy poderosos, dominaban todas las cosas.

Pero no hacían nada positivo, hacían solo maldades, así vivían.

Al ver las maldades que hacían los ancianos,

la bruja joven pensaba:

¿Que están haciendo mis papás?

veo que no hacen lo correcto.

No estando de acuerdo con lo que sus padres hacían

y como también ella era muy poderosa,

pensó en robarles el amuleto de poder,

porque basándose en la fuerza que este les proporcionaba,

hacían mucho daño a sus semejantes.

Anduvo viendo las cosas con mucho cuidado

y una noche robó el amuleto huyendo con él.

Los ancianos estaban dormidos y no se dieron cuenta.

Al día siguiente, al levantarse ya tarde,

vieron que su hija no estaba con ellos.

Estuvieron esperándola buen rato

y al ver que no regresaba, se preguntaron

¿Qué pasaría con nuestra hija?

Buscaron huellas y descubrieron que había partido hacia el sur,

la siguieron algún trecho, regresándose poco después a ver qué había sacado de la casa.

Ya en su casa, anduvieron buscando y se dieron cuenta que su amuleto de poder había desaparecido, la bruja joven había huido con él.

La siguieron. Como eran muy poderosos hicieron llover, pero no dio resultado porque el agua borraba las huellas y no les permitía ver a distancia.

Después llamaron la nieve, pero fue peor, porque al nevar cubría las huellas y menos veían. Así venían y venían

Al no poder ya más, llamaron al viento. Al llegar el viento y soplar con fuerza favorecía a la joven por que la impulsaba a avanzar más rápido.

La joven en su huida, cruzó tierras desconocidas, durmiendo al anochecer. Únicamente en la media noche. A mitad de la noche se levantaba, para amanecer caminando y seguir durante todo el día hasta meterse el sol, llegando nuevamente hasta media noche.

Los ancianos al meterse el sol, dormían toda la noche y al día siguiente se levantaban tarde.

Así venían y venían sin poderla alcanzar, cruzaron estos llanos y siguieron hacia el sur pasando por nuestras tierras.

Después de muchos días de persecución, la alcanzaron en Xa S’er (llamado actualmente Valle de la Trinidad).

Estuvieron divisando el valle desde la cuesta y vieron a la muchacha que reanudada su viaje después de beber agua en el pequeño aguaje.

La muchacha tenía un lunar redondo en la pantorrilla.

Cuando la joven salía del aguaje, su padre, el brujo le apuntó con su arma a la muchacha y le disparó, ya que éste era un gran tirador con arco y flecha. Con ello, clavó exactamente la fecha en el lunar que tenía en la pantorrilla. En ese instante los brujos ancianos y el centinela que llevaban para que les cuidara las espaldas, se convirtieron en piedra.

La bruja joven herida, como pudo, siguió su camino hasta caer al mar.

Allá anda en el lugar de las grandes aguas.

Dicen que por ser muchacha, es y será muy bonita.

Los brujos convertidos en piedra por su maldad, aun en nuestros días, están en la cuesta de valle de la trinidad.

Allá estarán para siempre.

Aspuk, Aspuk.

(Colorín, colorado)

***

KISIAY KIXMUK

Ya kisiay kixmuk ik zich, ch’ch, ch’ta, b’che.

Kisiay chuxumey, chapayt paytum wiparruli kyo.

Yus ñukue xanuli umiabtem. Ich qilieb ha xpir umiabch, yakyom, b’chech hay uuk ñuak, kabui kunuu kug ke i.

Ñibu witem unu kuichte i.

Ik ñ’uak ñsay zpoy kaxituliy kisiey byu itemih ñwak, ñam zit kyom ichwichu ha pa nar ichwichparuha pa nar ih wazib. Ñisak wil ñapay chapay pa ha nikimoluli nakuur xanuk uuk ñaam ñapay tñaab zitum chapayt wich ha pa ñ’nar ñuk chpak kuk ite he.

Luk t’ñabik, yus pulxay hay zmach kyok zpochtem ñañikiek ñachpakum ñman mikakuatebum ch’ug. Sak kyok tizbochkyos zoot im kos bam ñtemum ma kabyu kug ke im. Mikubkiet nkamu ztuulkyam zyup kiugum mi ch’ug. Miñi ch’ug. Miñi ch’ug. Mizich kuk ite he.

Ñisam ñichium ñinitmak niam wa ha xilput ch’u wi ñukue uchupach o kabiug ha nich ug. Pemi ichwichparuha you, yok ñuk chpam luk kug.

Pay kichuich nyiu iteh me kichuich ñum niu, kichuich ñum niu, kisiayb chuik vook ya chmiik ñisam kuilb rab, vooki hi ha zmar kos kurum ch xaam tem, ma kabyuku ñ’iib kuk, paak ya chmiik, paak byip ñ’im kaxituliy mi ha tmarr kurrum ich chxaam temi, ñubuikñi niu kuk kabib ñitem matum xyug chbaa, xyug wil ya ñichbaam paxcheer.

Xanurab voo, mat yaw kixkeek, mikak ña ñxabum ñizmaak tñaab zubluik ñapayum zmaa. Pay man kyuch tñaabkpich ha vook ñaxab ñum tñab zubluim. Yum pquy, pilxaay hay pemi, mak ñiniwmikak ña ñxabum zmaach ñachyek ña chpakum maan. Ñubyuk niu ha, niw ha, wachich mak xan mat xar, xar yakyakya nikxabkuk ichteh me?

Mat mikamirmir niw kunuk pay yam nixkee yam nkaam, ñaam kuarrñtem, niam kunuk yakyok xa s’teer xa ikukuachñuk kxaab kuk ichte he, yum ñapay yaak kpeeb hak yok nichxaam ñyom, paxcheer hay xasii kuak chpaa.

Ñichpaam paxcher hay miqpaz zitum ñabsit wam kug. Ña yer yer sakua, pilxe ha kiam kizpo chuxumey chuk xpu qroq kum sak buzkuik uyoom kyaakuk ñabsit tub kaxan kyaak sak xuil.

Ñi kyaw ham kazitil wi yuk pich.

Ñuak pa kizbo chawam hay ichemuk wi yuk pich.

Ñisak yo chek yok wi hay.

Yum ñisak ñikychik paxcheer hay chixtaat o kabyum ñyam, yam nal ñyam xa xsilil pim.

Sal am me he xa xsil hal.

Paxcherb chuk, zu añulik ibum way.

Ñubyukuu xa xskil il am yak yo me he.

Aspuk, aspuk.

Peralta, B. (2002) Relatos pai pai. Kuriut’ trab pai pai. México: CONACULTA. (1ra reimpresión).

Lamentablemente el libro se encuentra agotado en las librerías Educal. No obstante, en la biblioteca del INAH-Ensenada se puede encontrar una copia de este y otros cuentos paipai.

Manuel Sánchez. Licenciado en Sociología y Ciencias de la Comunicación UABC. Maestro en Lingüística por la UNISON. manuel.wortens@gmail.com.
 
 

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