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Bareback

En serio, hablemos de sexo sin protección

  
Nota publicada el 22 de abril de 2015
por Rocío Linares

A veces, hablando sobre sexualidad en diferentes comunidades, es muy común que hablemos sobre cómo protegernos en nuestra integridad física y salud, y se da por hecho que la prevención es uno de los objetivos principales cuando ventilamos el tema. Sin embargo, como parte de la diversidad humana, están quienes practican lo contrario a lo esperado.

Bareback es una palabra anglosajona adoptada en el español, que a veces se traduce como “sexo al natural”, “sexo a pelo” (refiriéndose en el ámbito ecuestre a montar sin silla) o de forma casi literal como “espalda desnuda” o “trasero desnudo”. El término se refiere a las actividades entre hombres que implican tener sexo anal sin condón en diferentes contextos, ya sea con el fin de conseguir excitación sexual o por algún otro motivo.

Para esto existen fiestas o reuniones de sexo en grupo donde como parte de las reglas NO se permite el uso de preservativos. Podemos encontrar dos tipos más clásicos: aquellas en las que todos son seropositivos (es decir, viven con el VIH) y aquellas en donde todos son seronegativos.

Hay hombres que se autodenominan Bug Chasers (cazadores de bichos) y que buscan ser infectados con VIH. Hay otros que son Gift Givers, que son seropositivos que desean infectar a otros. Ellos se reúnen en recepciones que en teoría son diferentes de las antes mencionadas y se les denomina “fiestas de conversión”, donde específicamente se reúnen quienes desean hacer este intercambio voluntariamente.

Existen otras que se denominan de “ruleta rusa”, donde van hombres tanto seropositivos como seronegativos, donde parte del juego sexual es arriesgarse a ser contagiado de VIH porque nadie revela su condición.

Actualmente, debido a toda la historia de incriminación que se dio en los años 80 hacia los homosexuales sobre su supuesta culpabilidad en la dispersión del VIH, el sexo seguro y protegido es una regla que está cada vez más sedimentada al interior de la comunidad gay, incluso más que entre las personas heterosexuales.

Sin embargo, gracias al creciente uso del Internet y las redes sociales, las personas que tienen intereses en común se encuentran cada vez más fácil y hacer una fiesta bareback no es actualmente cosa complicada ni desairada, ya que existen casi 20 mil resultados de búsqueda con esa palabra que dan directamente a sitios de interés para quienes lo practican sin contar los innumerables grupos en Facebook que se forman con el mismo objetivo.

Ford Hickson, investigador de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, especializado en conductas de los hombres que tienen sexo hombres (HSH), menciona que las causas por las que una persona decide tener prácticas sexuales de riesgo son muchas, entre las que se incluye el poder del placer sexual. Respecto a esto uno de sus entrevistados menciona que “si no entiendes el riesgo sexual es, probablemente, porque no aprecias el deseo sexual”. Esto resume lo que en muchos contextos se entiende como que lo prohibido es más excitante. Obviamente hay mucho que argumentar tanto en la comprensión de esta sencilla frase, como a favor del sexo protegido y seguro.

Parte de esta idea es que ha venido disminuyendo la percepción de la gravedad y susceptibilidad al contagio (la gente cree que no le va a pasar). Además se sabe que existen medicamentos antirretrovirales cada vez más eficientes, lo cual ha provocado que algunas personas no consideren el VIH como un padecimiento severo.

Otros argumentos estriban en la homofobia internalizada que mueve a quienes la tienen a tener conductas de riesgo dentro y fuera de la sexualidad con encaminamientos sutiles o muy explícitos hacia el suicidio o la pérdida de la vida por una enfermedad buscada y deseada, lo cual en salud mental se llama parasuicidio.

Cabe aclarar que HSH y comunidad gay no siempre se refieren al mismo grupo de personas. Los HSH pueden ser hombres que tienen sexo con hombres en diferentes condiciones que pueden ser bajo su propia voluntad o no, y puede ser incluso que sean (o digan ser) heterosexuales con pareja, hijos, entre otros detalles convencionales.

Existen propuestas científicas en otros países para prevenir nuevas infecciones en este sector poblacional, las cuales hablan de un tratamiento preventivo que implica tomar medicamentos antirretrovirales antes del encuentro sexual.

Aproximadamente la mitad de los sujetos estudiados hasta ahora mencionan que aceptarían el tratamiento, pues como dije antes, no todos buscan la infección. En Francia e Inglaterra, esto ya se ha puesto en marcha y sus hallazgos dicen que las infecciones en este grupo se redujeron en un 86%.

Sin embargo, estamos hablando de países de primer mundo donde es un poco más fácil adquirir estos medicamentos que aquí cuestan 10 mil pesos al mes y no garantizan tanto como el condón, que de entrada es gratuito o mucho más barato que el medicamento.

Rocío Linares. Licenciada en Psicología UABC. Maestra en Sexología Educativa, Sensibilización y Manejo de Grupos IMESEX. rociolj84@gmail.com
 
 

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