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Origen de la palabra yumana para “frijol”

Pistas para la prehistoria

  
Nota publicada el 27 de febrero de 2015
por Manuel Sánchez

Los yumanos, al igual que las grandes civilizaciones antiguas, basaban su supervivencia en la procuración de algún grano o semilla. Investigaciones arqueológicas y etnográficas apuntan a que la bellota y el piñón fueron de los alimentos básicos de la dieta desértica. Aunque las prácticas nómadas de los yumanos priorizaban la recolección por sobre el cuidado de cultivos, también conocían el frijol, el maíz y el trigo.

El frijol es un caso especial para este grupo. Durante un tiempo, se creyó que las técnicas para cultivarlo les fueron heredadas de los Pimas (marcado en el mapa). El Delta del rio Colorado parecía el mejor escenario debido a las buenas tierras y la abundante agua. Se infería que ahí habría sucedido el intercambio cultural.

Las pruebas arqueológicas que sostienen esa idea son pocas. Sólo confirman que los yumanos conocían de estos granos desde aproximadamente el año 200 D.C. Alrededor de esa fecha, los Mogollon, los Anasazi y los Hohokam –por cierto, grupos indígenas mucho más cercanos que los mayas y los aztecas- ya conocían no sólo del cultivo del frijol, sino también del maíz y de la calabaza. Se sabe que las tribus yumanas del Delta, los Mojave y los Cucapa, trataban estos cultivos mucho antes de la llegada de los españoles, pero ¿desde hace cuánto?

Una de las disciplinas que puede aportar luz al pasado de estas culturas es la lingüística; en específico, la lingüística histórica y la arqueológica lingüística. La Dra. Joel Judith propuso en 1978, a partir de los métodos de estas disciplinas, que la palabra frijol –y posiblemente, la técnica para tratarlo- provenía de otro pueblo, no de los pimas.

Primero, tuvo que demostrar que la palabra era un préstamo. En las distintas lenguas yumanas coinciden las consonantes y vocales para este concepto, con lo que se puede construir una palabra general para referirse a frijol: “m[a]rik”.

La doctora investigó las distintas formas que había para nombrar otras semillas en las distintas lenguas de la familia lingüística yumana. Encontró que, por ejemplo, “maíz” tenía una etimología mucho más transparente que frijol. Ilustraremos el caso solo con palabras de

la lengua paipai que la misma investigadora proporciona; sin embargo, hay que hacer notar que ella realiza un listado de las palabras de cada una de las comunidades de habla –y no solo de las lenguas- de la familia lingüística yumana.

En paipai “maíz” se dice “tiyetch”. Se podría descomponer la palabra en tres elementos: “t” + una vocal que sirve de enlace “i”, + la palabra “yetch”. Según la investigadora, respaldada en observaciones de otros lingüistas yumanos, la “t” es un prefijo “causativo”, es decir, a lo que sea que se pegue, dará el sentido de que “alguien/algo provoca que se haga”. Lo interesante es la palabra “yetch” que significa “semilla” en paipai, pero que también puede ser usado como verbo: “semillear”. Si juntamos ambos elementos gracias a nuestro tercero en discordia, esa “i” solitaria que sólo tiene como objetivo presentarlas, tendríamos una palabra que literalmente significaría “hacer que se hagan semillas”. Significado no tan descabellado pensando que el resultado de enterrar una semilla de maíz es una mazorca repleta de otras semillas.

De acuerdo a las investigaciones lingüísticas, se ha demostrado que las partes que hemos visto que componen la palabra “maíz” son bastante viejas en las lenguas yumanas. Por ello se puede ubicar su etimología. El problema es con la palabra “frijol”. Para nada tiene que ver con la palabra semilla ni con la palabra maíz. Si pensamos en que podríamos descomponerla en elementos comunes en las lenguas yumanas, lo más cercano sería: “m + a + ri + k”.

Pero el resultado es una verdadera capirotada: primero, esa “m” como prefijo si existe, se usa para especificar segunda persona (tú); esa “a” solitaria no tiene sentido, más que como unión. En las lenguas yumanas, las “a” a principio de palabra tienden a variar con cierres glotales (explicado en Sonidos del Desierto en este mismo sitio).

La silaba “ri” no significa nada; de hecho, encontrar alguna palabra con significado propio que inicie con “r” en las lenguas yumanas es difícil –por no decir imposible. Finalmente, esa “k” resulta ser lo más interesante: de acuerdo con Joel, podría significar “como es nombrado”. En lingüística, se usa el concepto de “nominalizador” o, en otras palabras, “nombrador”.

Con ello, la investigadora quiere hacer notar que esa palabra debe ser un préstamo. La pregunta es ¿De quién? Abajo del mapa les dejo la lista de palabras para decir “frijol” en las

lenguas alrededor del territorio de la familia lingüística yumana. ¿Creen que la palabra frijol venga de los pimas? ¿o será de algún otro pueblo?

Pista: con solo una consonante distinta basta para rrastrrear.

Para más información (o la respuesta) ver: Joël, Judith. 1978. “The Yuman Word for “Bean” as a Clue to Prehistory.” Journal of California Anthropology, Papers in Linguistics. 1:77-92.

Manuel Sánchez. Licenciado en Sociología y Ciencias de la Comunicación UABC. Maestro en Lingüística por la UNISON. manuel.wortens@gmail.com.
 
 

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