Este día fue celebrado por primera vez en 1999 por iniciativa de tres activistas de los derechos de los bisexuales en Estados Unidos que declararon en su momento que la comunidad lésbica y gay había ganado fuerza y visibilidad tras el movimiento de Stonewall en 1969, pero ya era necesario ser visibles por su propia cuenta.

En esta celebración se busca la reivindicación de la bisexualidad, su historia, las personas y cultura que son parte de ella, así como a las personas que viven con esta preferencia sexual.

Los objetivos más importantes del movimiento en pro de la bisexualidad son el derrumbe de los mitos que giran alrededor de la bisexualidad, así como los prejuicios y la marginación que viven desde algunas comunidades heterosexuales e incluso homosexuales, misma que en ocasiones les obliga a vivir en un “doble closet” que les obliga a mimetizarse con la comunidad en la que “momentáneamente” pertenecen por la pareja que tienen.

Comenzaremos por decir que la bisexualidad es una preferencia sexual tan válida como la heterosexual o la homosexual, donde para considerarse así es importante que haya sentido genuinamente ganas, deseos, atracción y/o amor hacia un hombre y hacia una mujer cuando menos. Hay que tomar esto en cuenta cuando existen dudas sobre si las prácticas sexuales nos pueden cambiar la preferencia, siendo que esta va más allá de la práctica misma.

La bisexualidad ha causado la curiosidad y los estudios de muchos científicos, incluido Sigmund Freud, quien decía que todas las personas nacemos con la capacidad de amar a quien sea independientemente de su sexo, pero que al crecer se nos condiciona para amar lo socialmente conveniente.

Sea como sea, entre los mitos que podemos escuchar comúnmente están:

“Los bisexuales están fuera de control, siempre quieren tener relaciones sexuales”. Esto puede o no ser cierto tanto para ellos como para cualquier persona independientemente de su preferencia.

“Están confundidos”. Si bien hay personas que para admitir su homosexualidad pasan por una etapa de práctica bisexual, esto no es así para todos.

“Violan niños”. Además de que ser bisexual y abusador es cosa distinta, cabe mencionar que la mayoría de los abusos son llevados a cabo por personas heterosexuales.

“Son gente con problemas psicológicos”. Muéstrenme a alguien que no tenga.

“Son infieles”. No más que cualquier otra persona.

“Nadie los satisface sexualmente”. Hay personas bisexuales que pueden vivir una relación de pareja estable y fiel durante tiempo indefinido y sentirse satisfechas, de igual manera que muchos homosexuales y heterosexuales.

“No pueden ser monógamos”. Esto puede o no ser cierto tanto para ellos como para cualquier persona independientemente de su preferencia.

“Los bisexuales son personas más abiertas en su sexualidad”. Tener una preferencia u otra no hace a nadie más ni menos abierto en su sexualidad o en sus opiniones sobre la vida. Los hay conservadores, liberales, de closet y fuera de él.

Si estamos en proceso de descubrimiento de nuestra bisexualidad o en proceso de asimilación de la de una persona cercana a nosotros, una lectura muy recomendable es “Bisexualidades” de Rinna Riesenfeld, Sexóloga mexicana que desde hace algunos años ha venido trabajando con estos temas y que puede resultar enriquecedora para quien la lee en busca de algo más de información y testimonios de personas y familias que ya pasaron por este camino.