De acuerdo a Víctor Ibañez Esquer gerente de la Cámara Pesquera en Baja California, esto surge luego que inspectores estadounidenses durante una revisión en Mazatlán, encontraron que muchos barcos no traían exclusores de tortugas, el mecanismo para proteger a esta especie cuando se pesca camarón.

Esta revisión reciente efectuada por inspectores norteamericanos que certifican el cumplimiento de México en los mecanismos para protección de la tortuga marina se detectó que muchos barcos no traían los exclusores o estos no funcionaban.

Además se encontraron con la oposición de algunas autoridades en el puerto de Mazatlán quienes no dieron facilidades para realizar las inspecciones o propietarios de barcos que no permitieron que inspectores subieran a sus naves.

Esta situación pudiera llevar a un escenario en el cual se descertificaría a México y se eliminaría con esto la exportación de camarones a Estados Unidos, lo que se traduce en un embargo al camarón de altamar.

Esta descertificacion, se dará a conocer en los próximos 15 días e implicaría a la flota camaronera graves pérdidas al afectar 2 mil 700 embarcaciones camaroneras de altura, que generan 90 mil toneladas del crustáceo, así como divisas por 500 millones de dólares anuales.

En tanto no se ha logrado destrabar en Estados Unidos el asunto del etiquetado dolphin safe, libre de delfín por sus siglas en ingles que evita que México pueda exportar atún a ese país, pese a que desde hace dos años oficialmente se levantó el embargo atunero.

El proceso se detuvo por causa del concepto dolphin safe y la resolución de tres jueces federales en San Francisco que exigen mas información y evidencias científicas para avalar el producto pescado por México y que tanto este país como los otros afectados por el embargo puedan utilizar el logo dolphin safe.

En el embargo atunero el costo ha sido de 800 millones de dólares por exportaciones que no se han realizado, además de la pérdida de la mitad de la flota y más de cinco mil empleos por el cierre de plantas empacadoras.

En ambos temas prevalecen intereses comerciales de Estados Unidos, en el atún el Grupo ecologista Earth Island Institute propietario de la etiqueta doplphin safe quienes cobran cinco centavos por cada caja con esta etiqueta.

En tanto en el camarón, se trata de presiones de pescadores del estado de Louisiana quienes acusan de competencia desleal de comercio a México y los países asiáticos en la exportación de camarón.

Una de las propuestas que han realizado en Washington empresarios y autoridades mexicanas es realizar nuevamente la inspección a los barcos camaroneros no solo de Mazatlán sino de otros Puertos donde se captura el crustáceo.