En los últimos años hemos sido testigos de que nos están acercando cada vez más, a alimentos producidos a base de células. Estos alimentos se anuncian como adecuados para acabar con el maltrato animal, reducir de forma significativa el uso de recursos como la energía, la tierra o el agua y también para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; además, destacan su carácter más respetuoso con el medioambiente, la ausencia de hormonas, antibióticos y otros compuestos químicos que se pueden encontrar en la carne tradicional.
A medida que la producción comercial de alimentos a base de células continúa expandiéndose, aumenta la urgencia de abordar una de las preguntas más importantes de los consumidores, la cuestión de la seguridad alimentaria. Por lo tanto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha desarrollado el documento denominado “Aspectos de seguridad alimentaria de los alimentos a base de células” con la finalidad de comprometerse con las partes interesadas, compartiendo proactivamente el conocimiento actual para identificar formas concretas de informar a los consumidores sobre las consideraciones de seguridad alimentaria para los productos alimenticios a base de células.
Es un documento que incluye una síntesis bibliográfica de temas de terminología relevantes, principios de los procesos de producción de alimentos basados en células y el panorama global de los marcos regulatorios para la producción de estos alimentos. Se han incluido estudios de casos de Israel, Qatar y Singapur para resaltar diferentes alcances, estructuras y contextos que rodean sus marcos regulatorios para alimentos basados en células. Los resultados de la consulta de expertos dirigida por la FAO, en la que se llevó a cabo una identificación exhaustiva de los peligros para la inocuidad de los alimentos, forman el núcleo del documento y los peligros identificados se resumen con ejemplos de cadenas causales.
Este es un gran paso para conocer si realmente estos supuestos beneficios de una mayor sostenibilidad son reales. En este sentido, será importante observar de cerca en qué medida, los alimentos a base de células resultan diferentes a los alimentos producidos convencionalmente.
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