Curiosamente esta “sesuda declaración” la ofrece un día después, que el video de la muerte de Paulina en las celdas de Seguridad Pública por fin sale a la luz con todas las implicaciones que ello comprende.

Hasta ahora Mancillas, no ha aceptado como un “hecho criminal” el asesinato de Paulina en las celdas de seguridad Pública, porque aunque la consignación se haya realizado como de un homicidio culposo (casi accidental) en las imágenes del video claramente se observa la agresión de los agentes.

En este asunto hay otro “hecho”que Mancillas no ha acertado aclarar o exigir públicamente que se aclare.

Porque si se tenían un video de las celdas, los funcionarios que “el designó” se atrevieron a declarar a las cámaras de televisión y a los medios que lo de Paulina era un suicidio.

Esa declaración “es un hecho y era una mentira”, una mentira pública construida por un funcionario el cual declaró que un crimen no lo era y es además, una mentira aceptada por el alcalde que al menos hasta ahora no se sabe que haya reclamado esta situación.

Mentir para proteger a un delincuente hasta donde yo entiendo se llama encubrimiento y que yo sepa ningún funcionario ha sido consignado por ello.

Mancillas debe de entender que el clima de linchamiento, no se generó desde el exterior de la corporación, no hizo falta porque los enemigos de la corporación están dentro.

Los Ensenadenses saben que hay policías buenos, hay héroes y hay gente decente.

Sin embargo también es cierto que nuestra ciudad al igual que el estado y el país se ha convertido en un botín político donde los grupos de poder se reparten el pastel y lo que menos importa son los ciudadanos y el compromiso con ellos.

Es lo mismo en la mayoría de las dependencias, las designación se dan desde el poder de un partido, no por la capacidad de una persona, salvo honrosas excepciones.

En el caso de la policía de Ensenada su destino desde hace muchos años, es regido no por capacidades o resultados sino por compadrazgos y amiguismos políticos, eso si, con muchos anuncios espectaculares como el del miércoles.

Es cierto que algunos funcionarios han dado resultado, pero la mayoría no solo no han dado resultado sino que se convirtieron en parte del problema.

Si a estos hechos, Mancillas, suma jilgueros que aclaman a su majestad cada hora, le dicen que todo lo que hace, dice, piensa y cree es lo mejor, entonces se comprende porque no ha hecho nada.

Mancillas debe entender que tiene una responsabilidad como autoridad, que puede equivocarse y que debe resolver y arreglar, para eso es alcalde, solo es necesario que haga uso del sentido común y la moral.

A fin de cuentas, es su nombre el que juzgará la Historia, igual que con Catalán.