Con una producción en mas de 4 mil 500 hectáreas en los Valles de San Vicente, Las Palmas y Maneadero, la producción de oliva en la entidad, pudiera desaparecer, por los estragos que la mosca del olivo generó en unos cuantos meses.

De acuerdo a los especialistas que detectaron la plaga a mediados del 2000, la mosca del olivo pudo haber llegado procedente del sur de California donde había infestado las plantas de ornato, sin embargo al carecer de una producción agrícola de aceituna importante se omitió combatir el insecto.

A la fecha la producción ha visto una merma en el 80% de los cultivos, en donde no se pudo surtir ya la aceituna para envasar y la que se usa para aceite también sufrió un importante daño ya que decayó su calidad de una manera importante.

Con la cuarentena se obligará a los productores de las zonas a que realicen la cosecha del fruto y que se entierren, disequen o quemen para matar con ello las larvas que pudieran haber sobrevivido.

Posteriormente se deberán realizar fumigaciones para que muera la mayor cantidad de plaga en tanto se aprende a convivir con la mosca de la oliva, plaga que en Europa y Estados Unidos no se ha logrado acabar.

Dentro del programa se contempla la aplicación de sanciones administrativas a quienes no cumplan con la cosecha, rastreo y fumigación de los árboles, sean rurales o de ornato urbano, ya que la única manera de lograr controlar la plaga es con un combate eficaz que incluya la participación de todos.