Ningún plan a largo o corto plazo, ya sea de bienestar social o económico se puede desarrollar mientras no se tenga garantizado el abastecimiento de agua, por ello es urgente invertir en infraestructura hidráulica, para tener seguridad de que al abrir el grifo del agua tengamos el vital líquido.
Juan Robles, presidente de la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción (CMIC) en Ensenada insistió en que el desarrollo de infraestructura que haga posible el aprovechamiento sustentable de este vital recurso, se convierte en un factor estratégico de seguridad nacional, estatal y municipal, además de estabilidad económica, política y social.
La construcción de infraestructura hidráulica diversa como son presas, acueductos, pozos redes de distribución de agua potable y riego agrícola, entre otras, responde a las necesidades de recursos hídricos de los sectores económicos y sociales del país.
Los esfuerzos realizados por los gobiernos estatales ha logrado avanzar en cuanto a fuentes de abastecimiento del vital líquido para la ciudad, prueba de ello es la primera fase de la desalinizadora, sin embargo nuestro municipio enfrenta importantes retos.
En Ensenada existe una severa disparidad entre la oferta y la demanda que requiere nuestra ciudad, prueba de ello es que actualmente tenemos infraestructura para recibir 600 litros por segundo (LPS) sin considerar el agua que aporta Tijuana mediante el flujo Inverso, fuente que no es muy confiable, pues dependemos de los excedentes de ese municipio.
Si consideráramos el universo disponible de fuentes de abastecimiento, tenemos un total de 800 LPS que llega a nuestro municipio, siendo 900 LPS las necesidades actuales, es decir actualmente el organismo trabaja con un déficit de 100 LPS. Es decir la demanda supera a la oferta actual.
En virtud de lo anterior, el principal desafío se concentra en asegurar el abasto de agua, en cantidad y calidad, para la población que carece de este recurso y sobre todo en una región como la nuestra donde los mantos freáticos están severamente abatidos y la posibilidad de captación superficial es prácticamente nula.
La derivación del acueducto Rio Colorado a Ensenada supone una inversión aproximada de 1200 mdp, la cual pudiera ser mayor ya que requieren de varias obras complementarias, creemos que es más conveniente la construcción de una planta desoladora por el área del el Sauzal ya que requeriría de alrededor de 700 mdp su construcción.
La inversión requerida es menor y la seguridad de la fuente la cual es 100% confiable que la del acueducto, ya que estaremos siempre bajo el riesgo de reducción por parte de nuestros vecinos del país del norte.