Como nunca antes en Ensenada dos nuevos mercados para la sardina; congelada para exportación y para los ranchos atuneros ha provocado que los productores soliciten una revisión de las tallas y el potencial de captura para cubrir la demanda de sus mercados.
Andrés Armenta González precisó que en los últimos meses del 2004 se detectó una disminución de las tallas de las sardinas y si bien esta especie en la región nunca se ha distinguido por ser muy grande, los pescadores han señalado que es más pequeña.
Ante esto, la revisión que podría solicitar el sector pesquero es verificar mas el tamaño, si la especie se ha reproducido antes de ser pescada.
Se presume que si, pero el problema de la conservación de recursos no es el tamaño en que se captura sino si esta se ha reproducido para garantizar los nuevos bancos.
La oferta y demanda de la sardina que existe actualmente ha cambiado con respecto a un lustro atrás.
Los barcos cuyo producto tenían como destino el corte y empaque para consumo humano y los restos para producción de harina de pescado, cambiaron a descargas para ranchos atuneros y plantas que empacan para vender sardina para exportación en bloques y congeladas.
La demanda de los ranchos atuneros fue muy alta, fue un año excepcionalmente bueno para estos porque hubo mucha biomasa en los corrales y mucha sardina también, pero fue insuficiente la captura para garantizar la exportación.
Agregó que es difícil que se repita la situación este año en el caso de los ranchos atuneros y entonces las plantas tendrían manera de satisfacer la demanda para empacar y congelar para consumo humano.
Sin embargo será importante revisar las tallas y verificar si se han reproducido.