Un grupo de personas en su mayoría jóvenes universitarios y de nivel medio superior interesados en conocer la historia del Centro Cultural Riviera, y por curiosidad han abarrotado los recorridos nocturnos que organiza la directiva.
Un hombre que caracteriza al personaje Al Capone, supuesto propietario inicial del inmueble en 1928, es quien encabeza la caminata por los lugares más angostos y oscuros del riviera.
La entrada tiene una cuota de recuperación y los interesados deben firmar una carta donde se responsabilizan de cualquier situación o accidente a la que se enfrenten durante el recorrido.
Para mejorar la experiencia, el staff cuida que los participantes no ingresen con cámaras, celulares o lámparas.
El titular del Riviera, José Luis González Zataraín, informó que los recorridos han sido un atractivo para las nuevas generaciones, para que conozcan la historia de una manera entretenida.
Sobre el edificio, el director aseguró que arquitectónicamente todo está descubierto y que no hay más lugares subterráneos por descubrir.