El cierre del restaurante Belio sorprendió a la comunidad gastronómica a mediados de mayo, sin embargo este hecho dio origen a un nuevo proyecto del Chef Miguel Ángel Nava: Pasión del Valle, justo frente al Museo del Vino.
El lugar pretende reunir una oferta turística completa, pues contará con cabañas, alberca, área de juegos infantiles y por lo que respecta a lo gastronómico, un restaurante con su propia cervecería y área para eventos.
Desde la carretera puede apreciarse lo que se convertirá en un ícono del lugar, una torre que permite a los visitantes contar con una extraordinaria vista del valle. "Ya la usaron una vez para una petición de matrimonio" comentó el Chef Nava.
Aunque el proyecto inició hace dos años y el restaurante ya estaba en operación, los inversionistas consideraron que al colocar al frente de la cocina a Miguel Angel Nava, lograrán enfatizar la experiencia culinaria como eje de todo el desarrollo, finalmente Valle de Guadalupe tiene una liga directa con ese segmento del público.
La experiencia Belio
Luego de seis meses de planeación, el 26 de septiembre de 2010 abrió sus puertas el Restaurante Belio, en un inmueble remodelado frente al mar al pie de la carretera escénica.
La inversión fue por parte de un grupo de empresarios de origen Armenio que visitaban Ensenada de manera constante por otros negocios, principalmente relacionados con maquila de textiles.
Eran comensales frecuentes en mi proyecto anterior, Restaurante El Olivo —recordó el chef Nava— clientes que se convirtieron en amigos y cuando surgió la idea de hacer otro proyecto participé en todas las etapas, desde la elección del lugar, el diseño del menú, el inicio y la operación.
El final de Belio fue abrupto, básicamente por un desacuerdo entre los inversionistas y los propietarios del inmueble, sin embargo los años de experiencia quedaron como un capital valioso en las personas que participaron en el proyecto.
¿Es Belio con vista a los viñedos?
Definitivamente no, aclara Miguel Ángel Nava. Pasión del Valle es un concepto más relajado, con sabores de leña y ambiente rústico, tal y como los ensenadenses vivimos nuestro campo. Es cocina fusión, vino de nuestros vecinos y cerveza artesanal que nosotros preparamos a la vista de todos.
El medallón de atún aleta azul está en el menú y es un gran platillo —comenta— pero hay mucho para probar: pulpo asado, ostiones, quesadillas tatemadas, chamorro, ensaladas que incluyen fruta o vegetales que estuvieron en contacto con el fuego.
Entre los planes inmediatos del Chef Miguel Angel Nava, se encuentra iniciar pronto con oferta de desayunos y un gran favorito del público local, el buffet dominical como la mejor forma de iniciar un domingo de paseo por Valle de Guadalupe.