Lo anterior, a partir de un punto de acuerdo presentado por el diputado Roberto Dávalos Flores en la reciente sesión ordinaria, quien informó que desde hace algunos meses se está preparando la construcción de un proyecto que supuestamente realizará, entre otras cosas, actividades relacionadas con la generación de energía eléctrica a partir de celdas fotovoltaicas y el manejo de residuos peligrosos.

Especificó que el proyecto Ecozone pretenden llevarlo a cabo al suroeste de la ciudad capital por la carretera Mexicali-San Felipe, en la falda oriente de la sierra Cucapah, en terrenos del ejido Heriberto Jara. Agregó que se prospecta en una dimensión de 14 mil 782 hectáreas, lo que significa que sus dimensiones son más grandes que la mancha urbana de Mexicali, según datos proporcionados a la Semarnat, y para lo cual tendrán que remover la vegetación de manera fatal, a sabiendas de que existe vegetación nativa propia de la zona.

Reveló que una parte pequeña del total de hectáreas donde se pretende efectuar este plan, será para la generación de energía eléctrica, pero que la mayor proporción se la llevarán las áreas donde se recibirán desechos electrónicos o basura tecnológica llamada “e-waste”, lo cual corresponde a todos aquellos productos eléctricos o electrónicos que han sido desechados o descartados en el país, como computadoras, teléfonos celulares, televisores y electrodomésticos.

El legislador del Partido de la Revolución Democrática advirtió que toda esa basura es altamente tóxica, ya que contiene substancias que pueden provocar la contaminación del suelo, el agua subterránea o el aire ─como retardantes de fuego bromados, tubos de rayos catódicos, cadmio, mercurio, niquel y litio, entre otros─, lo cual afectaría de forma directa la salud de los residentes de la ciudad y el valle.

Dávalos Flores subrayó que “todos estos compuestos se encuentran en la e-waste, por lo que se crearía un mega basurero tóxico en las cercanías de la ciudad, y con esto se podría causar un daño ecológico y de salud que lleve hasta la muerte a la población en Mexicali, pudiendo llegar a dimensiones mega catastróficas”.

Por otro lado, indicó que donde se establecerá este proyecto será seriamente impactado todo su ecosistema, lo cual contraviene a lo inscrito en el numeral cuarto de la Ley General de Vida Silvestre, donde se establece que es deber de todos los habitantes del país conservar la vida silvestre, además de prohibirse cualquier acto que implique su destrucción, daño o perturbación.