Destacó que la adicción al tabaco por sí sola, triplica el riesgo de enfermar del corazón y afirmó que cuando se deja de fumar, este tipo de afecciones disminuyen a la mitad, en un lapso de seis meses.

Añadió que enfocando este riesgo al ámbito de la diabetes, la hipertensión arterial y las dislipidemias (colesterol y triglicéridos elevados), con un adecuado control de las mismas, la posibilidad de enfermedad obstructiva cardíaca disminuye en más de 30 por ciento.

Refirió que el daño se va gestando desde la infancia, lo que se puede comprobar observando los elevados índices de obesidad que privan en la niñez, sin omitir el inicio de la adicción al tabaco que, en promedio, se da entre los 11 y 12 años de edad.

Ante este panorama, expuso que a nivel institucional existe la estrategia PrevenIMSS que por grupo de edad está dirigida a la población sana, otorgando especial atención a los derechohabientes durante la infancia y la adolescencia por medio de sus programas ChiquitIMSS y JuvenIMSS.

Refirió que el objetivo es modificar estilos de vida que está comprobado, inciden en el desarrollo de padecimientos crónico degenerativos y que causan daños irreversibles al corazón y con ello, incapacidad y muertes prematuras.

Gutiérrez Becerra indicó que la primera manifestación de la enfermedad obstructiva del corazón, sobre todo en pacientes a partir de la tercera o cuarta décadas de vida, es la muerte súbita.

Precisó que en el ámbito de este tipo de padecimientos, la barrera de la edad se ha perdido, por lo que ya no se puede hablar de las enfermedades de corazón como privativas de los adultos mayores, ya que cada vez es mayor el número de hombres y mujeres jóvenes diagnosticadas con problemas cardíacos.

El especialista del IMSS enfatizó la importancia de evitar el estrés practicando alguna actividad física, incluso una simple caminata y para quienes tienen antecedentes familiares estos padecimientos, realizarse revisiones médicas semestrales.