Johana y Narciso murieron esperando un milagro y dejando tras de sí un rastro de las hojas de una Biblia que fueron arrancando conforme caminaban.
En el lugar de los hechos, en el Ejido Sierra de Juárez donde este martes, había también un sol abrasador a 45 grados y sin un sitio donde tener un poco de sombra, entre enormes piedras en una paisaje similar al de la Rumorosa donde caminar es muy difícil y donde el calor hace que cada paso cueste gotas de sudor.
Aquí es donde, Johana y Narciso hallaron la muerte, a corta distancia uno de otro pero lo suficientemente lejos, como para que el hallazgo haya tenido una diferencia de casi 24 horas.
Los cuerpos fueron localizados luego de una intensa búsqueda en las inmediaciones del Rancho San Luis, donde Johana y Narciso, habían asistido junto con un grupo de fieles de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y en donde desde el sábado casi medio centenar de personas lideradas por la Dirección Estatal de Protección Civil, realizaban una búsqueda frenética de los dos desaparecidos por tierra y por aire.
El lugar donde fueron encontrados es un sitio inhóspito y agreste, a pocos kilómetros de la Laguna de Hanson, pero muy lejos de los grandes pinares y la sombra que pueden brindar.
No hay agua, ni una gota y la poca que ellos llevaban cuando salieron para participar en Rally de Supervivencia que organiza la iglesia a la que pertenecen se acabó muy pronto.
El grupo original que participaba en el retiro lo componían 17 miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de una de las congregaciones de Tijuana, que había organizado anteriormente otros eventos similares en el Rancho San Luis, un sitio ecoturístico y sumamente pedregoso, ubicado dentro del Ejido Sierra de Juárez en el municipio de Ensenada, pero fuera del Parque Nacional Constitución de 1857, uno de los bosques más importantes de Baja California.
Johana y Narciso, al salir al Rally, iban junto con otras tres personas, en un equipo de cinco con quienes salieron el día jueves.
El objetivo era un recorrido en los alrededores reuniendo lo que pedía el rally de supervivencia, armados solamente con una botella de agua de 1 litro, una Biblia y una brújula que ninguno sabía utilizar.
El jueves, todos volvieron, menos Johana, Narciso y Esmeralda, quienes se habían separado accidentalmente del grupo y debido a que la noche había caído, sumado a lo escabroso del terreno, decidieron dejarlos e ir a buscarlos por la mañana.
El viernes se formaron grupos para ir en su búsqueda y otros miembros del la congregación se perdieron.
Fue un tiempo sumamente valioso, en el cual mientras se localizaba a los que se habían perdido buscando a Esmeralda, Johana y Narciso, estos se alejaban cada vez más.
El viernes no los encontraron y otros se perdieron en el camino, por lo que el sábado finalmente se dio aviso a Protección Civil del Estado quienes arrancaron la búsqueda de inmediato.
El mismo sábado, un helicóptero de la PEP, observó a Esmeralda desde el aire y pudieron rescatarla, deshidratada y grave, pero con vida, se había separado de sus dos compañeros. Tras el rescate fue trasladada a un hospital de Tecate donde permanece grave.
En tanto, Narciso y Johana, se presume que intentaban regresar al rancho, pero en lugar de eso, empezaron a bajar rumbo al desierto, a pocos kilómetros del sitio conocido como el cañón de Guadalupe donde fueron hallados muertos, pero se desconoce si sabían hacia donde caminaban o a donde creían que se dirigían.
El lunes por la tarde, luego de permanecer cuatro días y medio perdido, el cuerpo de Narciso fue hallado, pero debido a lo accidentado del terreno, lo alejado y el hecho de que se hacía necesario el peritaje y recopilación de evidencia no pudo ser levantado.
Este martes por la mañana, y según el reporte oficial a alrededor de 250 metros de distancia en línea recta, finalmente Johana Díaz, la adolescente que faltaba de localizar fue también encontrada muerta.
En el sitio donde fueron localizados los cuerpos, los agentes ministeriales recogieron ropas y objetos personales de ambos.
En dos viajes primero el cuerpo de Johana y mas tarde el de Narciso, fueron trasladados este mismo martes al Servicio Médico Forense de Tecate en un helicóptero y luego a Tijuana donde se les practicará la necropsia de ley.
Hasta el momento se desconoce en que momento fallecieron Narciso y Johana, se presume que fue durante el fin de semana pues los restos presentaban ya los primeros signos de descomposición.
Sin embargo serán los médicos legistas los que determinen la causa de este fatal desenlace.