Dentro de los análisis forenses que se realizaron este lunes estaba la verificación de las trayectorias de las balas que se impactaron en las tres unidades.

En una de ellas, un pick up azul, Toyota Tacoma, a bordo del cual viajaban tres personas entre estas un niño de apenas doce años de edad, la mayor parte de las balas cruzaron la unidad de atrás hacia delante.

Las marcas indicaban que las balas entraron desde la parte posterior y entraron a la cabina de la unidad impactando a sus ocupantes.

Las balas cruzaron sin dificultad, la puerta de la caja, una llanta sin rin, la pared de cabina y los asientos provocando daños fatales.

Con el equipo especial los peritos trabajaban para determinar las trayectorias de las balas, datos que son relevantes para la integración de la averiguación previa.

Se presume que se utilizó un arma AK 47 conocidas popularmente como Cuerno de Chivo, sin embargo, aclaran los especialistas que aun no se concluyen las pruebas de balística.

El pick up blanco, también un Toyota Tacoma, tenía las marcas de balas en el vidrio frontal, once se podían contar a simple vista, aunque también tenía otras en distintos puntos de la cabina.

El Tundra guinda que fue abandonado en Puerta Trampa, tenía marcas en la parte posterior de la caja también visibles.

De las tres unidades se recopilaron numerosas huellas que serían comparadas con las víctimas, y de ser capturados los presuntos responsables.

Cabe destacar que todos los cuerpos fueron ya reclamados por sus familiares.