Desde el 2011 la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Secretaría de Salud, lanzó una alerta a la comunidad para prevenir sobre el contacto con el agua que viaja por el arroyo Ensenada, luego de que las desarrolladoras como Urbi y Casas Geo dejaron inconcluso un proyecto de vivienda de interés social con consecuencias ambientales para los habitantes de la ciudad de Ensenada.
Los responsables de la contaminación son “muchos” advierte el titular de la Unidad Regional Contra Riesgos Sanitarios, Javier Ávila Arévalo, quien no ha podido detener las descargas provenientes de la planta de tratamiento en los fraccionamientos ubicados a escasos metros del Cañón de Doña Petra.
La dependencia realiza muestreos cada 3 ò 6 meses y la constante son los altos niveles de polución que están dentro de lo permisible pero que no deben de viajar por ese canal que divide la ciudad de Ensenada en dos sectores. También la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe) realiza monitoreos con resultados aceptables.
El número de coliformes, o suciedad, probables por cada cien mililitros de agua en el caso de la rada portuaria alcanza los 20 mil y más de 545 partes de E.coli, cuando debe que ser “ausente”.
Otros sitios evaluados por la unidad son arroyo Ensenada y el bulevar Costero, López Mateos, Juárez, Novena hasta el Cañón de Doña Petra, todos con resultados lamentables.
“Este es un indicador de que esta agua, por supuesto, no está en condición de contacto porque tienen coliformes y e.coli, los dos son hermanos de la suciedad, son bacterias asociadas con la suciedad”, describió.
La gente que visita con fines deportivos o recreativos el Cañón de Doña son los más afectados con esta situación porque de manera involuntaria, o por accidente, tienen fricción con el agua infectada.
“Hay fraccionamientos que no ha recibido el ayuntamiento y desde el momento en que las aguas tratadas se lanzan por el arroyo dejan de ser para contacto humanos”, reiteró el funcionario.
“Lo ideal es que ese arroyo trajera el agua que baja de la montaña de los manantiales y debería ser limpia”.