Los municipales dijeron que se trataba de un operativo de rutina, pero la mañana de este miércoles la escena se convirtió en una situación incómoda para algunos propietarios negocios que atienden al turismo, así como a los mismos clientes, que fueron alarmados por los servidores públicos que sin aviso entraron a los locales comerciales.

El operativo lo conformó el personal de las oficinas de Alcoholes y Espectáculos, Comercio Municipal y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM). Los inspectores recorrieron las calles del centro de la ciudad en seis camionetas oficiales con estrobos encendidos.

La intención de este tipo de intervenciones es descartar que menores de edad se encuentren en ciertos establecimientos ingiriendo bebidas alcohólicas, que los comercios tengan permisos en regla y que den el servicio que publicitan.

Uno de los comerciantes advirtió que conoce la mecánica de las visitas de inspección y que sabe de antemano cuando los inspectores llevan a cabo estos operativos debido a que llaman la atención del resto de los negocios.