La empresa constructora que realiza obras en el inmueble ubicado en calle Miramar y Séptima, de la zona centro, tendrá que desmontar la estructura metálica que instaló porque no tiene autorización del Ayuntamiento aseguró el director de Control Urbano y Catastro, Gabriel Humberto Morales Ríos.
En junio se iniciaron trabajos de remodelación en dicho espacio que incluye cubrir paredes exteriores con material ligero y este cambio en el diseño llamó la atención de transeúntes que al pasar por el sitio se detenían en la vía pública para fotografiar y denunciar el hecho.
Al respecto, el funcionario municipal comentó que el proyecto de remodelación fue suspendido por la dependencia a su cargo porque los desarrolladores no solicitaron los permisos de construcción necesarios, pero además atendió a las demandas ciudadanas que están en contra de que se modifique el diseño.
Aclaró que a pesar de que el edificio se construyó a principios del siglo pasado se le hicieron modificaciones a la estructura original en el año de 1960, no obstante consideró importante que se proteja.
Aunque no está declarado como edificio histórico, varios grupos de profesionales y civiles están en contra de que modifique la fachada del edificio que es representativo para la industria vinícola en la zona urbana.
En apariencia el lugar es acondicionado para que opere como un restaurante pero hasta el momento los involucrados no se han presentado para presentar el plan y se les dio un tiempo límite para acercarse a Control Urbano y no lo han cumplido por eso instruirán para que quiten el metal.