Tres casas se encuentran en riesgo en la Colonia Popular 89 luego de las lluvias que se registraron este fin de semana y que reblandecieron el suelo de las precarias edificaciones.
Las tres viviendas se ubican en la calle Isla Cerralvo, una vialidad casi destruida también por la lluvia, que baja a la cañada del Ángel de la Guarda conocida popularmente como “La Picosita”.
Aunque a menos de una cuadra la calle está pavimentada con concreto, la Isla Cerralvo es una a la que no han alcanzado los beneficios.
Una de las propiedades esta en el Lote 16, en la manzana 183, de la colonia 89 donde el reblandecimiento provocó un deslizamiento de tierra que afectó a una vivienda inclinando dos paredes.
Pero no solo fueron un montón de llantas las que se cayeron explica en el lugar José Quiroz, un joven de 20 años de edad que actualmente desempleado ocupa su tiempo en cuidar a su padre ciego de nombre José y a una sobrinita.
Su mamá, Leticia, mientras tanto trabaja para lograr completar las semanas necesarias para jubilarse y hacerse cargo entonces de su esposo, mientras José, cada vez que puede, busca trabajos en maquiladoras o en donde haya.
Para entrar a las casa una escalera de maderos viejos es usada de día y de noche, el padre ciego, con todo y bastón la utiliza, pero ahora es un peligro porque las llantas que apuntalaban el piso, se derrumbaron.
A un lado otra casa la del lote 17, también se ve en el voladero. Una de las esquinas no tiene ya cimientos, si algún día los tuvo y los escurrimientos del agua socavaron parte del terreno que con otra lluvia pudieran generar un derrumbe.
No hay nadie en ese momento pero los vecinos explican que el riesgo esta latente.
Al otro lado de la casa, el Lote 15 es el menos visible pero el que pudiera ser el más peligroso.
Josefina la dueña de la casa, pide que entremos al predio y tomemos fotos de lo que evidentemente es un cerco de madera que en cualquier momento se derrumbará sobre su techo.
Es del lado donde duermen sus hijos y sus nietos porque en la casa hay seis personas, tres adultos y tres niños.
El cerco de la casa vecina de la 16, ya tiene solamente el soporte de unos alambres, pero en cualquier momento, se vendrá abajo.
El sitio reveló ya fue inspeccionado por autoridades, pero no hay una señal que indique es área de riesgo.
Como dato curioso, el único lote que se encuentra con una cinta amarilla es la del vecino del lote 14.
En esta casa la historia es distinta, hasta antes de las lluvias algunas motos y autos bajaban y daban vuelta entrando al patio de la casa donde casi atropellan a los niños de la familia. Uno de ellos observa curioso desde la ventana a los visitantes.
Ahora, es la única casa donde pareciera que existe el riesgo de algo, los propietarios de las tres restantes ahora esperan que uno de los deslizamientos lleve a alguna autoridad a apoyarlos para arreglar los predios porque ninguna de las familias tiene recursos suficiente para pagar maquinaria para emparejar o llevarse los desechos.