Como se informó con oportunidad, el pasado 17 de octubre por la mañana, un empresario armenio de nombre Hayk Rushayan Torosyan fue asaltado en Ensenada, al salir de la zona de servicio al auto, en el negocio de Comida Rápida Carls Jr., y al enfrentar a sus agresores, fue asesinado.

Ernesto Santiago Hernández, uno de los copartícipes en este suceso, fue detenido la tarde del jueves en Mexicali, en un operativo realizado por la Policía Ministerial de Ensenada informó en rueda de prensa el Subprocurador de Justicia Marco Antonio Chavarría.

El indiciado, en sus primeras declaraciones ante el Agente del Ministerio Público del Fuero Común, reconoció su participación en el caso y reveló que el pasado 10 de octubre fue invitado por Jesús Trujillo “El Chuy y su mujer a aventarse un jale en Ensenada, a cambio de 5 mil pesos.

Su papel en este suceso, fue sencillo, viajar desde Mexicali hasta Ensenada a bordo de su propio auto, un Toyota Corolla de color azul, en el cual, debería de recoger a los participantes cuando concluyera el robo.

El 17 de octubre, todos los delincuentes viajaron de Mexicali a este puerto en tres vehículos: Jesús Trujillo Velázquez y María Elena Sida Arellano, a bordo de un automóvil Toyota color Blanco; los autores materiales, en un Nissan Maxima Dorado; y Ernesto Santiago Hernández, en su carro un Toyota Corolla de color azul.

Ya en Ensenada, la pareja Jesús Trujillo Velázquez y María Elena Sida Arellano, estuvieron en varios bancos de la ciudad en plan de cacería, analizando a los cuenta habientes y las cantidades que retiraban en ventanilla, lo que pudo ser confirmado por las cámaras de los bancos.

Una de las instituciones a la que asistieron fue el Banco Banamex que se encuentra en avenida Reforma, donde luego de permanecer sentados varios minutos, observaron que un hombre retiraba una cantidad importante de dinero y fue al que decidieron señalar a sus cómplices para que lo siguieran para robar, dando características físicas, como iba vestido y la ropa que llevaba.

La víctima, ahora se sabe, retiró 150 mil pesos y no 50 mil como se había indicado inicialmente por los dos detenidos, por lo que se sospecha que entre ellos se hicieron trampa.

Estos 150 mil pesos el ahora occiso los guardó en un maletín y tras salir, fue seguido por la pareja compuesta por Jesús Trujillo Velázquez y María Elena Sida Arellano, quienes proporcionaron vía telefónica las características de la víctima a sus cómplices, quienes siguieron al Empresario y lo interceptaron en el área autoservicio del restaurante cercano a la sucursal bancaria.

Los autores materiales despojaron al empresario del maletín que contenía 150 mil pesos y al oponerse al robo, los ladrones le dispararon dos veces con un arma de fuego calibre 9mm, privándolo de la vida.

Luego huyeron del sitio a bordo del automóvil Máxima de color Dorado que abandonaron a pocas cuadras, en el Bulevar Ramírez Méndez y Narciso Mendoza donde fueron recogidos por Santiago Hernández, para huir a Mexicali donde viven.

En el camino, la pareja le aseguró que habían logrado de botín 50 mil pesos y confirmaron que le habían disparado a la víctima y luego por los medios de comunicación que había muerto.

Ya en Mexicali, la pareja logró ser ubicada y detenida el pasado 26 de octubre.

Al saber que la pareja había sido detenida, Ernesto Santiago Hernández se cambió de casa y luego vendió su automóvil y se compró una motocicleta.

Pese a ello, logró ser ubicado por los agentes investigadores de Ensenada y detenido por urgencia administrativa para ser trasladado a esta ciudad donde participó en un crimen.

El subprocurador manifestó que la investigación continuará abierta con el objetivo de capturar al resto de los implicados que se mantienen prófugos, en tanto Ernesto Santiago Hernández, será consignado al juzgado penal en turno como presunto responsable de Homicidio Calificado y Robo con Violencia.

Aunque Santiago Hernández fue chofer en este suceso, el Subprocurador aclaró que todos son responsables por una figura jurídica denominada delito emergente.

En torno a este, el código establece que un grupo de personas, (dos o mas) se ponen de acuerdo para cometer una conducta ilícita y al llevarla a cabo uno de ellos decide llevarla mas allá sin que el otro sepa, emerge un delito.

Pero como ese conjunto de personas se pusieron de acuerdo para realizar un delito aunque no sepan todos los participantes, por el hecho de estar en la misma dinámica de realizar una conducta delictiva, se tipifica el mismo delito en este caso Robo con violencia y homicidio calificado que podría darle de 30 a 35 años de prisión.