El investigador de Ciencias de la Tierra del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese), Luis Mendoza Garcilazo, presentó ante los integrantes del grupo Madrugadores, el trabajo de campo que ha realizado el equipo de investigadores a lo largo de la autopista.

Comentó que los siete sitios de inestabilidad serán estudiados por investigadores del IACSA y el Colegio de Ingenieros Civiles de Baja California, como lo determinó Caminos y Puentes Federales (Capufe).

El Cicese se encargará de realizar los estudios geoeléctricos, geología e hidrología en el kilómetro 86, 88, 90 y 98, mientras que IACSA y el Colegio de Ingenieros de Baja California, los tramos del 91, 94 y 95.

Destacó que lo más importante en este momento es analizar la tierra, pero además, es prioridad construir vías alternas para llegar al puerto como es la conexión desde Bajamar hasta Rancho Bonito, en la carretera libre.

“La ruta alterna es lo más importante para Ensenada. No hemos llegado a un evento extremo, porque si ocurre un sismo, no se va a caer un punto se van a caer cinco o seis puntos y por más obra civil de pedraplén, un movimiento fuerte, con la falla enfrente no soportará. Tenemos que traer una carretera alterna”, detalló.

La propuesta de estudio de Cicese tiene un costo de 1.4 millones de pesos y participará un equipo de nueve técnicos, editores, procesadores de datos y un geólogo de Ciencias de la Tierra. Este dinero entrará a las arcas de la institución con un 35 por ciento para el centro y el resto para la compra de equipo, gastos de operación, y como participaciones de los colaboradores. Se calcula que estará listo para antes de que concluya el 2014.

Sobre cerrar de manera definitiva la carretera escénica, el investigador opinó que, después de que el gobierno federal invirtió 900 millones de pesos en el tramo afectado, es necesario darle uso a esa vialidad. Aún no hay una fecha exacta para reabrir el tramo.