A fin de aminorar los efectos negativos que dejó el desplome de un tramo de la autopista el pasado 28 de diciembre, autoridades federales iniciaron estudios en esta arteria de terracería, en la que desarrollarán una obra de conexión, que será óptima para el transporte de carga pesada.

El delegado de la SCT en Baja California, Alfonso Padres Pesqueira, informó que el avance de este proyecto está a un 75 por ciento, y que lo identificarán como un ramal desde Bajamar al entronque con el libramiento de la zona de Santa Anita, entre San Antonio de las Minas y el Sauzal.

“El proyecto quedará terminado como tal el próximo mes de octubre, e iniciaremos el proceso del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) y cambio de uso de suelo donde se requiera, además de buscar el registro en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”, puntualizó.

En la primera etapa invertirán 800 millones de pesos, mientras que en la segunda mil 200 millones de pesos, para construir el tramo de 24.3 kilómetros, con cuatro carriles y acotamientos en cada sentido de 22 metros de ancho.

El funcionario mencionó que se buscarán recursos extraordinarios, debido a que, a estas alturas, el Congreso de la Unión ya tiene determinado el presupuesto para el siguiente ejercicio.

Los detalles se dieron a conocer la mañana de ayer cuando funcionarios federales, iniciativa privada y diputados estatales, celebraron una reunión de trabajo en el hotel Las Rosas a las 10:00 horas, en la que pidieron mayor comunicación sobre los avances en la carretera escénica Tijuana-Ensenada.

Después del encuentro, el grupo junto con el alcalde de Ensenada, el alcalde de Ensenada, Gilberto Hirata Chico, se sumó a un recorrido por la zona del derrumbe donde hubo un encuentro con Mauricio Sánchez Woodworth, director de Infraestructura Carretera de Capufe.