Aunque el huracán Odile perdió fuerza y ahora se encuentra en la categoría III, se mantiene como un fenómeno de peligrosidad severa, que traerá lluvias de muy fuertes a intensas, tormentas eléctricas severas, reducción significativa de la visibilidad, vientos fuertes y oleaje elevado en las costas y zonas marítimas de Baja California Sur, así como desde Sonora hasta Guerrero. Avanza rumbo al norte y a mediados de semana podría alcanzar territorio ensenadense.
Entre las recomendaciones emitidas se encuentra el atender lo que tengan que decir las Autoridades Marítimo-Portuarias y el Sistema Nacional de Protección Civil; mantenerse atentos por los acumulados significativos de lluvias que podrán favorecer la avenida de ríos y arroyos de respuesta rápida, así como el arrastre de palizada, lo que podrá ocasionar deslaves e inundaciones en zonas bajas.
Mediante imágenes de satélite se aprecia que el Huracán “ODILE” presenta una marcada organización y simetría, un amplio núcleo nuboso con actividad convectiva intensa, rodeado de nubes que favorecen en sus inmediaciones, nublados densos con potencial de lluvias torrenciales.
Los vientos de circulación ciclónica son de 65 a 74 kph (35 a 40 nudos) con rachas superiores en zonas marítimas y olas de 5.0 a 6.0 mts (16 a 20 pies), así como Marea de Tormenta, efectos que se intensificarán conforme a su evolución y desarrollo.
Los actuales modelos de pronóstico indican que Odile mantendrá su actual condición como Huracán Intenso durante las siguientes 24 a 36 horas, mientras se acerca hacia las costas de Baja California Sur en donde comenzará a perder intensidad, debido a que comenzará a interactuar con aguas menos cálidas.